Hola, compañeros. Cuánto tiempo, como siempre, sin pasar por aquí, o sin poner pie en tierra.
Este mensaje, breve, es solo una botella lanzada al mar, un aviso a navegantes, un auxilio con señales de humo o una búsqueda por saber quién queda por aquí, náufragos.
He vuelto a la escritura como hacía tiempo que no lo pensaba. Tal vez coincide el haber vuelto a mi ciudad, con trabajo, el haberme inspirado vivir nuevamente otro año fuera (en este caso, estuve en Portugal)... Un conjunto de cosas que me hicieron, después de todos años, juntar por primera y única vez un libro de cuentos (con su estructura e hilo vertebrador, temas repetidos...) y ahora también un libro de poemas. De hecho, aunque no fuese nunca el objetivo inicial (pues son años los que separan algunos textos de otros), ya les estoy buscando algún hueco o, al menos, "moviéndolos". Si queréis hablamos de concursos y oportunidades en otro hilo.
La razón de ser de este mensaje era otra. Es que, al volver a meterme en el mundillo, encontré cosas. Cosas dignas de ser olvidadas, supongo, porque poco tiene que ver con la literatura, sino con lo que algunos quieren llamar literatura o creer que la hacen o la practican. Me refiero al ego del artista (ojo a la última película de Darren Aronofsky, que apunta bastante por ahí) o a la sensación de que algunos necesiten hablar demasiado de sí mismos o de lo que escriben, en un tono que bien pareciera que analizan la obra de Quevedo. Estupefacto, oigan... Es decir, el simple hecho de escribir es una cuestión de ego (entre otras cosas), incluso el querer que te lean. Pero eso es una, y otra el hablar en Youtube de ti mismo como si fueses un superpoeta o tener una página en Wikipedia comentando todas tus obras, cuando no sobrepasas la treintena y sigues vivo. No sé si he logrado explicar esta sensación de ridículo y hastío que sobrelleva el experienciar algunas cosas dentro del mundo o del circuito "literario".
Os dejo con la reflexión, para que lo hablemos, si queréis, o para que, simplemente, resucitemos.
Sonrisas ya de otoño,
J
Hola compañero, cuánto tiempo. Me alegra saber que has vuelto a escribir, eso es siempre una buena noticia. Yo también intento arrancar de nuevo... las microjustas me están ayudando un poco.
Respecto a lo que comentas, es un tema más complejo de lo que parece, creo, y yo mismo he cambiado de opinión varias veces. Sí, la gente hablando de sí misma cuando su producción no parece ameritarlo da cierta vergüenza ajena (en el sentido más literal de la expresión). Sí, el ego de algunas personas, o su necesidad de aceptación, es a veces sonrojante. Pero a veces pienso que vivimos instalados en una veneración de la cultura del canon que en el fondo le hace un flaco favor al arte.
¿Qué es un escritor? ¿Quién puede llamarse a sí mismo, a sí misma, poeta? Si yo abandono cualquier otra actividad económica y me dedico a escribir profesionalmente, aunque no venda un solo libro, ¿soy escritor? Es difícil concretar a qué nos referimos cuando hablamos de «escritores profesionales». Uno entiende cierto grado de oficio, cierto nivel técnico, como se puede esperar de cualquier otro artista o artesano. Pero incluso ese criterio es una trampa. Dan Brown, uno de los escritores más vendidos de todos los tiempos, tiene el nivel técnico de un chaval de secundaria. Sin embargo, nadie dudaría en llamarlo escritor, ni en tomar en serio una valoración de sí mismo como tal.
He acabado por pensar que escritor, poeta, es cualquiera que sienta así y dedique un mínimo de tiempo a esto. Luego los habrá más hábiles técnicamente, y menos hábiles; los habrá más y menos exitosos comercialmente. Pero todos ellos son escritores, y tienen algo que contar. Internet ha sido decisivo en contribuir a desdibujar la frontera del canon, que hasta ahora han controlado siempre las editoriales. Es un nuevo escenario interesante, y habrá que ver a dónde nos lleva.
Irónicamente, y quizá por deformación profesional, yo sigo siendo reacio a considerarme escritor, o poeta. El fantasma del canon, del elitismo artístico, es aún fuerte en mí.
Not only is there no God, but try getting a plumber on weekends (Woody Allen) || http://nsnm.blogspot.com/