Descarnada realidad
Arde de deseo mientras ella se despoja de sus ropas.
Desnuda por completo, la chica clava de pronto sus uñas en el nacimiento del pelo en la frente ante la mirada estupefacta del hombre.
Estupefacción que troca en horror al contemplar cómo ella continúa desnudándose hasta los huesos.
REENCUENTRO
-Te veo estupendo, ¿cuánto tiempo ha pasado?, ¿quince años? ¿Hace un café?
Asentí y, ya sentados, empezó a desnudarse: el matrimonio, los cuernos, el divorcio, los hijos, la enfermedad, el trabajo, el desfalco, los juicios, los testigos falsos, la cárcel…
Y yo, con todo el pudor, escuchándolo.