Saliva
Los lobos reconocen los síntomas del mal: una baba espumante cae de la boca descorchada de la bestia. El líder salta y le muerde en la nuca y, con la cabeza desprendida del humano en las fauces, huye alejando la enfermedad de la rabia de la manada.
INVOLUCIÓN
Aquella foto de un pingüino volando fue tachada de burdo montaje.
Pero la aparición de leones reptando, elefantes dentro de capullos de seda, o bancos de canguros en alta mar, dio credibilidad al virus que alteraba la conducta animal.
El primer caso de un humano-castor supuso la pandemia global.
Los caminos del Humor son inescrutables...