De sueños y sombras

Reseña de la antología de Sebastián D. Lozano García publicada por AM Editorial

Aunque estamos ante una antología que recoge tanto poemas como relatos (la mayor parte cortos, el último largo), De sueños y sombras es un libro muy compacto. Todas las obras compiladas en él tienen un mismo espíritu, reflejan una misma sensibilidad y se apoyan en los mismos recursos estilísticos. Esto pone de manifiesto que, aunque es posible que se trate de una obra temprana, su autor ha encontrado ya una voz que desea explorar.

Con un subtítulo como Los escombros de la memoria queda sugerido, a mi parecer, que la antología busca ejercer cierta labor de archivo. Apostaría a que De sueños y sombras recoge, de un modo voluntario, una etapa del autor. Creo, al mismo tiempo, que también capta, quizás involuntariamente, un modo de entender la literatura, un sentido romántico de la lectura y una fascinación por adentrarse en la ficción oscura.

De sueños y sombras es deudora, sin duda, de la literatura decimonónica en general y del romanticismo en concreto. Es algo que pone de manifiesto el carácter clásico de los poemas y el planteamiento de las historias, en las que se da mucha importancia a la primera persona como voz narrativa. La antología no escatima en apreciaciones personales que funden al autor con sus personajes. Llega, de hecho, incluso a pontificar y se presta a perderse en sí misma en reflexiones trascendentales y en simbolismos laberínticos. Estos se combinan, además, con personajes tales como el diablo, poniendo de manifiesto una clara predilección por el género fantástico a la hora de plasmar las inquietudes intelectuales y emocionales incluso en obras más costumbristas, como el relato que cierra la antología.

Un cierto tono elegíaco y solemne inunda los distintos textos y les da coherencia. Es uno de los elementos que cementa el conjunto aliado con un vocabulario exuberante y rendido a la adjetivación. La tragedia de verse confrontado a la caducidad de la vida y la épica de las emociones son los motores más o menos aparentes del libro.

Con estos mimbres, está claro que De sueños y sombras no es una obra para todo tipo de lectores. Tampoco lo pretende y esa es, quizás, su mejor baza: la honestidad con la que está resuelta. Todo en su edición busca un objetivo claro y personal, desde las ilustraciones del propio autor que acompañan a los textos a su tono vetusto.