Los miserables
Juan mezcla lágrimas con alcohol en cada trago; su ánimo se siente cómodo en el grasiento local. De repente, un recuerdo, una luz. Coge el teléfono. Roberto se lo arranca de los dedos.
—La quiero…
—¡Tonterías! ¡Debes mantenerte fuerte!
Juan pide otra. Roberto rellena el vaso y sonríe.
Víctor Hugo, cazador de jorobados, contra los miserables de Notre Dame
2093. El musical triunfa en los escenarios de todo el mundo y la versión holográfica del juego arrasa en ventas. Al final la Vieja Europa, convertida en literatura, ha fagocitado a su demiurgo para regurgitarlo como una mera marca.
¡Por todos los diantres del infierno!