El Fantasma Errante
Con motivo del cuadragésimo aniversario de su aparición en Showcase, damos un breve repaso al personaje.
Planeta DeAgostini Comics ha recopilado en un considerable volumen una significativa selección de las aventuras de "El Fantasma Errante" (Phantom Stranger en el original), un tomo que sirve a las mil maravillas para descubrir este atípico personaje de DC, o para disfrutar de sus peculiares historias. Esta publicación, que viene bajo el sello "Showcase presenta...", se enmarca dentro del cuadragésimo aniversario del personaje, o más bien de su aparición en Showcase, pues ya disfrutó de una -fallida- serie propia en 1952 de la mano de John Broome y Carmine Infantino, sus creadores.
Pero ¿quién es este Fantasma Errante? Es una cuestión que no queda muy clara ni siquiera en sus propias historietas de un modo totalmente deliberado: de hecho, gran parte de su carisma se sustenta, precisamente, en esa ambigüedad. ¿Héroe enmascarado? ¿Aparición espectral? Las historias recopiladas por Planeta DeAgostini nos permiten hacernos una idea de la evolución del mismo, arrojando cierta luz sobre este particular, aunque nunca esclareciéndolo del todo. Despojarse de las brumas no le sienta del todo bien al personaje...
En una primera instancia, el Fantasma Errante aparece como una suerte de guía. En unas originales historias articuladas con varios argumentos, el personaje va haciendo incisos que nos permiten explorar una misma trama desde varios ángulos. El leit motiv central es recurrente: un suceso aparentemente sobrenatural, y generalmente de carácter terrorífico, se pone en tela de juicio. A partir de allí, se aportar argumentos a favor y en contra que terminan convergiendo en la trama principal.
La resolución de la aventura, de hecho, muchas veces parece secundaria frente al dilema del "qué se esconderá detrás de todo esto". Desde luego, las intervenciones a puñetazos, muy propias de los cómics de la época -y, en realidad, también de los actuales- palidecen de hecho frente a unos argumentos que, en muchas ocasiones, resultan tan ingeniosos como retorcidos.
Con esta premisa es normal que el "Fantasma Errante" diera a luz -o a sombra- a una especie de aliado y rival empeñado en demostrar que no existe ni él como fantasma, ni nada sobrenatural. Se trata del Doctor Trece, una suerte de cazador de fantasmas que prometía tanto como el personaje principal. Desgraciadamente, este interesante personaje ha sido explotado muy irregularmente por los guionistas, haciendo que en ocasiones la rivalidad entre lo científico y lo paranormal cayera en el ridículo (arrastrando al mismo al propio doctor).
En cualquier caso, Trece no ha sido ni mucho menos el comparsa más malogrado de la serie: la "reina del mal" Tala, o los sesenteros hipies que se volvieron habituales en algún momento de la colección podrían competir por ese honor, ya que servían más de distracción que de cemento para las tramas propuestas. Por suerte, no dejan de ser meros detalles dentro de un desarrollo más bien sólido.
Las historias, en lineas generales, tienen un componente muy importante de suspense y misterio, y en este sentido la mayor parte de los guionistas hicieron un excelente trabajo, hasta el punto de que a pesar de ciertos desfases -sobre todo en las historias de "ciencia ficción", que han quedado totalmente obsoletas y que guardan un componente folklórico marciano importante-, los argumentos siguen funcionando y algunas narraciones consiguen incluso arrancar algún escalofrío. En este sentido, cabe felicitar a Robert Kanigher, Gerry Conway, Denny O'Neil, Len Wein y Mike Friedrich, de cuyo trabajo vemos muestras en el recopilatorio.
Más homogéneo, sin duda, ha sido el trabajo de ilustración. Neal Adams, Jim Aparo, Tony DeZuniga y Bill Draut consiguieron un dibujo atemporal y uniforme para el personaje, dándole una estética fácilmente reconocible. Algunos juegos de sombras no tienen toda la efectividad que podríamos haber deseado, pero el estilo sobrio y la profesionalidad de los autores ha dado una obra que sigue impresionando en este apartado.
La lectura de las más de quinientas páginas que componen esta recopilación lo dejan bien claro: el Fantasma Errante es un personaje, o una serie, que rezumaba originalidad. Supo combinar el terror y el misterio con las historias de superhéroes creando un personaje que, precisamente, se moviera por esa sutil frontera con total elegancia, y aunque algunos elementos hayan quedado un poco desfasados (como el jersey de cuello alto del protagonista, o las referencias científicas de la época), hay más de lo que sigue llegando al lector que de lo que se queda como mera anécdota.
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