SILENCIOS MORTALES
Hurgando en la garganta encuentras palabras descompuestas. Una pasta acre que extirpas con cuchillo y untas en la tostada de Ángela. Ella, con la boca abierta, no se atreve a aceptarla. Lo que quisiera responderte se le enquista como sarro fermentado y paraliza su mandíbula hasta la muerte.
Retahílas
Te cuento despacio, como quien desgrana una mazorca: compré frijoles, reñí con la vecina, tardó en secarse la colada, hoy no me duele la pierna renca. Tú escuchas en silencio, sin ojear el periódico ni prender el televisor. Con esa atención nueva que nunca me prestabas antes de morirte.
Zizyphus jujuba