También he pasado por el blog de Torpeyvago y he leído algún relato, ¡vaya lo que hay en esa cabeza muchacho! En La pluma y el pene echo en falta el uso de los dos puntos en algunos momentos, pero me ha encantado leer cómo tratas la procrastinación y el síndrome de la hoja en blanco desde ese punto de vista tan particular .
Me pongo «tó colorao» . Y por lo de muchacho, que debe hacer un par de décadas que no me lo dicen. En fin, echanté. «Echanté» un par de vinos conmigo, hombre, encantado de conocerte.
Uhm
... y El travestido invisible. ...¿Barlon Mrando?
Es qie perdí la brújula debajo de su falda y no veas...