Charco de lágrimas
Desde que el naufragio se la llevó, él aproximaba sus viejos huesos a la orilla y lloraba. Día tras día; noche tras noche.
Hasta que, finalmente, el río se convirtió en mar.
Charco de lágrimas
Desde que el naufragio se la llevó, él aproximaba sus viejos huesos a la orilla y lloraba. Día tras día; noche tras noche.
Hasta que, finalmente, el río se convirtió en mar.
Parco en palabras te veo, Rapso...
Parco en palabras te veo, Rapso...
Que noooooo, que las cincuenta palabras no son obligatoriaaaaas
50 palabras son el máximo aceptado. Si puedes hilar un micro con dos palabras, pues olé tú y tu concreción, que permitido está.
SOLEDAD
Las olas no solo no me devolvían lo que me robaron sino que a fuerza de mantenerme a su lado se habían llevado cada uno los minutos que me quedaban de vida. Por eso decidí unirme a ellas, y convertirme en roca, con la esperanza de que me acariciaran.
Charco de lágrimas
SÍES
-En pocas palabras, despacha el tema.
-Bien esa estructura en dos párrafos.
-Hermosa metáfora la del río convirtiéndose en mar para citar a la muerte.
NOES
-Es cierto que el título complementa el relato y es correcto, pero no me encandila, no sé…, demasiado evidente tal vez.
Soledad
SÍES
-Se ajusta al tema.
-No está mal la idea de convertirse en roca para que las olas te acaricien.
NOES
-Después de varias lecturas, sigo sin entender. Ejemplo: “se habían llevado cada uno los minutos”. ¿No será que la intención era escribir “cada uno de los minutos"?
Mi voto para Charco de lágrimas.
Parco en palabras te veo, Rapso...
Que noooooo, que las cincuenta palabras no son obligatoriaaaaas
50 palabras son el máximo aceptado. Si puedes hilar un micro con dos palabras, pues olé tú y tu concreción, que permitido está.
Si te digo yo, que no me entero... ¡Gracias, Rapso!
Ninguno de los dos me entusiasma, aunque ambos me parecen encantadores. Me gusta el del charquito aunque lo del mar de lágrimas no es demasiado original. Me atrae más la idea de convertirse en roca para que te acaricien. Imagino que en este caso tendría que votar al O.G. Rapso por los fallitos de su contrincante.
Dos micros muy parecidos: poéticos, con una pérdida de por medio debida al mar, muy tristes ambos. Es difícil decidirse, ambos están bien escritos y transmiten ese sentimiento muy bien.
De Charco de lágrimas me gusta mucho la evolución de charco a río y luego a mar. Además juega en casa, al ser el primero en lanzar la idea.
Soledad, por otro lado, muestra una idea muy potente con las rocas acariciadas por el mar, y a mí, del norte que soy, me despierta la nostalgia…
Ay que dificil…
Por los pelos, me inclino a dar mi voto a Soledad.
Yo soy la Justicia... en MegaCity One
Dos micros conmovedores de los que hacen aflorar las emociones casi sin querer. Los dos de alguna manera nos hablan de la soledad y se debaten entre la crudeza y la ternura.
De Charco de lágrimas me gusta su impecable factura, aunque no me acaban de convencer ni el título ni ese final tan repentino, me hubiera gustado más que fluyera igual que esas lágrimas que se van haciendo río.
MA se acerca al tema de una manera muy similar a como lo hace Rapso y eso no le beneficia. La primera frase quizá se haga demasiado larga y tal vez con alguna acotación hubiera ganado en ritmo. Me gusta la idea del final de convertirse en roca, pero me hubiera gustado más como algo sobrevenido, no como algo voluntario. Es una pena ese “de” olvidado, que afea un poco la presentación final del texto. El título viene a reforzar un poco la idea de lo que pudo ser aquello que las olas le habían robado, por lo que me parece que está bien utilizado.
Dos micros bastante similares en líneas generales, por lo que debido a algún despiste de MA, me voy a quedar con Charco de lágrimas de Rapso.
¡Juro ante Dios que no escatimaré esfuerzos para saciar mi haaaambre!
Muy ajustado ha estado el asunto. Me alegro por tu punto, MA; con el número de participantes que somos, seguramente sea suficiente para que puedas colarte en la fase eliminatoria.
Gracias a los jueces que, quitando a Camelia, son muy feos pero muy eficaces (Camelia se queda solo con lo de eficaz)
Dos micros intensos que ponen de manifiesto las emociones más profundas. Soledad me ha gustado por esa metáfora de la roca que busca ser acariciada y Charco de lágrimas por la sensibilidad que destila de su protagonista y por esa tristeza que, palabra a palabra, cautiva en su lectura. La historia de este último micro, personal y tierno, me ha cautivado.
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El viejo y el mar, un libro que, como todo el mundo sabe, fue escrito por su autor.