AMORES
Quería crecer para pintarse como Rosalía. Rosalia estaba magnifica con esos labios rojos que ninguna mamá se atrevía a usar. Siempre usaba gafas negras; para ocultar la rabia de su marido tras cada borrachera. Murió al caer del vagón de un tren, dicen que por un inoportuno desvanecimiento incontrolado.
El acuoso fluir de la diarrea
La Mega Orgía televisada de aquel año recobraría la pérdida de audiencia de un modo que nadie hubiera imaginado.
Sobrevolando los millones de cuerpos ahítos de deseo, los helicópteros fumigaron la pasión con elevadas dosis de Vibrio cholerae.
El amor estaba en el aire.
Mírame a los ojos...