Relato admitido a concurso.
No creo que le falte nada al final porque está ya al límite de palabras.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Vaya, pues hay al final un gran trozo en blanco que me ha confundido, después de tres estrellitas de esas que no se usan, que yo sepa, para cerrar un texto. Eso y la sensación de que el relato está incompleto. Está muy bien planteado pero se interrumpe en el nudo, falta el desenlace, cómo se resuelve el enfrentamiento entre Strattos y el demonio, qué es del resto de personajes, qué pasa con el programa. Es probable que el límite se le haya echado encima y el autor haya tenido que cortar, pero por bien que esté lo que ha presentado, apenas he notado nada reseñable, no está completo en mi opinión. Siento ser el primero en comentar y con una nota algo baja pero estoy seguro de que con espacio suficiente saldrá un relato excelente.
*** estrellas
Gracias por comentar, bestia. Si, sale un trozo enorme en blanco no se porqué. Siempre me pasan cosas cuando edito el texto en el cuadro...Respecto al texto, si esta a falta de dos palabras para el límite. Siento que parezca inacabado. La historia... Uno da de si lo que da, y no creó que alargarlo lo mejorara. Se supone que la venganza es que el demonio frustra los planes de Strattos al mostrarse sin que pueda grabarlo.
En cuanto a lo formal, texto correcto en general con problemitas aquí y allá con las comas, el dedazo de "conseguir-lo" (igual que el de "Balti-more") e interrogaciones que se cierran pero no se abren.
En cuanto al estilo, ágil, funcional y práctico muy adecuado al trasfondo de telerealidad en el que transcurre el relato. Tarda bastante en entrar en materia y ofrece detalles de los personajes y sus circunstancias que, a la postre, no terminan de ser necesarios dado el rumbo final que toma el trabajo.
En cuanto al tema de la convocatoria, hay posesión. Manejada desde la industria televisiva extrama y con aires de anécdota, pero está.
Mi calificación es de 3 estrellas.
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP
Bueno, espera a ver qué dicen los demás, igual soy yo solo, que simplemente tenía ganas de seguir leyendo y me encontré con que no había nada más. En cuanto a lo dar de sí, tú lo das mucho, como has demostrado un buen puñado de veces. Por cierto, ¿sabes que compartes iniciales con John Franklin Bardin? Me hizo gracia darme cuenta el otro día
JFB, gracias por participar.
Lo más notable del relato, para mí, es cuando usa el ágil estilo narrativo de televisión; en la última parte.
La idea es bastante original, y creo que podría dar mucho de sí si fuera más compacta y apuntara a un final resolutivo. A mí me pasó como a Bestia Insana, me faltó historia para cerrar tantos cabos abiertos. Supongo que todo puede arreglarse si el problema es la extensión, podríamos quitar partes que no aportan nada a la trama.
Me llama la atención el narrador. Comienza de una forma alejada, y luego cambia el estilo. También cambia los tiempos verbales creando un desbarajuste al lector, y esas comas que deberían repasarse.
La historia me gustó. Me encantaron los personajes del padre O´Mara y de Strattos, también la secundaria Mónica. Todos están definidos y tienen objetivos, al igual que la familia del niño (aunque solo salen de forma breve en la historia, queda claro el conflicto que mantienen).
Tal vez la historia quiera abarcar demasiado en tan poco texto. Yo aconsejaría centrarse en los personajes principales y comenzar en la grabación, tras un breve resumen de lo anterior. Mi sensación, al comenzar la lectura, fue que el comienzo fue muy lento y que a penas me atrapó hasta llegar al conflicto del padre O´Mara con Strattos.
Las escenas de la rueda de prensa o el diálogo de Strattos y O´Mara en el bar, por ponerlas de ejemplo, pueden acortarse bastante; ya que el peso del relato recae en la grabación del programa y queda sin final.
Me gustó el ambiente que se ha logrado con la preparación del escenario televisivo, la escena al entrar en la casa, las escenas tras la cámara… Le dan mucho realismo a la historia.
Lástima que termine de manera tan abrupta, pues mi puntuación cambiaría dos enteros si tuviera un final acorde a lo que se espera de ese giro que planteas (me refiero a que el niño estuviera poseído desde que vio el programa, una idea que me cogió por sorpresa); ya que para mí es muy importante que la historia esté compensada o me hace pensar que no se ha trabajado lo que se debe en ella. No obstante tiene mucho meollo y se nota el buen hacer del autor para hacernos creíbles una historia, y eso es canela pura.
Mi puntuación es de 3 estrellas
Buen ritmo. Excelente prosa. Debo ponerme fino para encontrar detalles que le aporten algo al autor.
Me gusta el sarcasmo. Describe el contexto a la perfección. Muestra el entorno corrupto y materialista, que es un reflejo de la realidad. Lo primero es funcional al relato, lo segundo a la prosa. Que coincidan es sarcástico. Al relato le queda perfecto.
Me rechinan las comillas en los diálogos. Sé que es un recurso legal, pero no me cierra. Nosotros nos enteramos de que el cura le da un tono especial a "personaje" porque vemos las comillas. Pero ¿cómo hacen para saberlo los otros personajes del relato, hacia quienes va dirigido en realidad ese tono especial? (Es un detalle)
Muy bien construidos los personajes. El autor se toma el tiempo justo en cada uno. En este sentido, sólo veo un exceso: Strattos dice " Llamen a mi abuela si es preciso, y si aún vive". Ya nos dimos cuenta que es un personaje despiadado, y en cierto sentido inhumano. Pero el "y si aún vive" me parece que sólo puede se un chiste. Uno bueno, pero que no cuadra con el personaje. Si lo dice en serio es un exceso; si es un chiste no encaja con el personaje.
Me sorprendió que sobre el final aún no supieran el origen de la supuesta posesión. Creo que debería ser otra variable ya manipulada, como todo el resto. Han calculado todo tan bien y aún no saben el origen de la posesión. Me parece que podría ser una falla en la trama, sin la cual el final que decide el autor no sería posible. O sea, para que el relato termine así, es necesario que se hayan pasado de alto ese detalle. Lo cual no parece creíble en una producción como esa.
El relato no sorprende. El final es sutil pero esperaba algo más. Tal vez falte una última escena.
No me cierra que el relato se desarrolle en el 2040."Eso fue el año 2000, recién cumplida la mayoría de edad. Han pasado cuarenta años". Parece actual.
3 estrellas.
Otro relato formalmente correcto salvo minucias. El argumento es interesante y bastante bien llevado, a efectos de ritmo narrativo especialmente y por la propiedad de los diálogos “de plató”. Quizá hubiera cabido algún otro modo de resaltar, cuando se cruzan en el texto, las intervenciones del director y los diálogos de la conexión en directo, pero… Un poco más dificultosa me ha parecido la resolución de la trama. ¿Todo ha sido para reventarle el programa a Strattos y que no pueda retrasmitir el punto culminante del exorcismo?
La atmósfera televisiva y la premura e inmediatez con que todo se mueve ahí, además del carácter dibujado para el director, me ha parecido muy apropiada y bien pintada. Hay exorcismo, claramente, y posesión también si yo he interpretado correctamente el final.
Pero es ese final precisamente el que me lleva a cifrar la valoración del relato en tres estrellas y media.
"Si quieres llegar rápido camina solo, pero si quieres llegar lejos camina acompañado", (proverbio masái)..
Un relato con una idea potente y bien narrado, con ritmo y atmósfera. Lástima que el final no esté a la altura. Sobre todo porque no cierra la historia de O'Mara, pero además porque tampoco tiene mucha fuerza respecto a Stratos.
A mí también me chirría un poco lo tópico que se descubre a Stratos hacia el final, cuando quiere falsear toda la ambientación y amañar la acción. Funcionaría mejor con un personaje más ambiguo.
Pequeñas correcciones, por si ayudan:
-Tras la exposición: Tras la presentación
-un verdadero referente: un aparente referente (dado que Stratos desmiente a continuación que lo fuera)
-y montón: y un montón
-se negó a escuchar cualquier oferta: ninguna oferta
-tuvo desagradable: la desagradable
-especulaba con: especulaba sobre
La frase sobre la abuela y el empapelado de la habitación es genial.
2'5 estrellas.
Pues qué pena, me ha pasado como a algunos compañeros, que me he quedado con la sensación de que falta el final, y para colmo, de que me habían escamoteado lo mejor. También pensé en la victoria del demonio, pero la sonrisa final y el alivio del cura no los entiendo. Y los “dones” de Strattos, que parece saberlo todo de alguien al primer vistazo, tampoco quedan explicados. Como parecía que tuvieran relevancia, he llegado a pensar si sería él el demonio o el poseído por este. Aunque luego ya se ve que no. Por lo que queda como una pista falsa lanzada al lector.
El relato tiene un gran desarrollo. Muy bien medidos los términos cinematográficos, muy bien dibujados los personajes en tan pocas líneas. Muy interesante el tema de la mercantilización de la posesión. Y genial el ritmo del relato. Pero el desinflado brutal del final que no es final chafa bastante. No te lo perdonaré jamás, JFB .
Coincido en la excelente ambientación, personajes, diálogos realistas, conseguido tono el del momento "plató" y también en que ya iba para mí camino del 4 o más cuando me arrean el tortazo, ese súbito y anticlimático final; además de los errorcillos ya comentados me sacó un poco del texto la sigla ¿No sería más bien VIH? entiendo que se refiere a Sida y, como ya también han comentado, rebajaría la fecha, no parece en absoluto 2040 sino más actual, lo habría dejado en la mitad, 2020. Tres estrellas y media:
***´
Pues muchas gracias a todos por pasar a leer y valorar (cosa que yo aún no he hecho, pero que me propongo hacer cuando termine el plazo. Seguro que no todos, sólo los que más me hayan gustado, aunque tengo leído la mayoría).
Bestia, he tenido que buscar en la wiki quién era JF Bardin. Nunca lo leí, ni escuché de él. Supongo que compartir iniciales ya es un honor para mí.
A Olethros: algunos dedazos se deben al guión de separación de palabras del texto original. Creí haberlos eliminado todos... no es la primera vez que me pasa.
Salino, pues sí. No voy a defender otra cosa. Está descompensado. El límite de palabras se echó encima, y no acerté luego a resumir más el principio para dar más espacio a lo que de verdad importa. Y también que no ha reposado casi nada (me precipité, pues creía que el límite para enviar era finales de enero ¡!).
Molu. Las comillas en «personaje»: pueden significar que el cura lo apoya con un gesto de los dedos, y así dar a entender a sus interlocutores que es consciente de que lo suyo es un mero «papel de televisión». El origen de la posesión: está en la habilidad del escritor hacer que la transición entre los distintos elementos fantásticos sea suave, y sobre todo evitar la quiebra de la suspensión de incredulidad por culpa de una incongruencia que lo deje en evidencia. La ficción necesita de recursos, trucos, para salir adelante. Unas veces sale mejor y otras peor. Desde luego que la alternativa no es redonda, ni mucho menos. Strattos es egocéntrico, controla todo, sólo tiene fe en sí mismo, y nada más cree en el programa por la fama y el dinero que le reporta y sobremanera porque es idea suya. Si de verdad hubiera querido retransmitir un exorcismo real, habría echado mano de los exorcistas experimentados. El chico, el cura, sólo le importan como actores. Todo lo demás prevée aportarlo él, porque cree saber exactamente qué es lo que su público espera. Y su público... quiere creer que todo es verdad, aunque es consciente de que todo se adereza con mentirijillas y se exagera. Un poco como GH, donde aparentemente todo es espontáneo, cuando en realidad los responsables «promueven» determinados comportamientos y situaciones de confrontación ya desde el mismo casting.Si no fuera así, sus espectadores morirían de aburrimiento (sic). La fecha: Se debe a cuadrar el reestreno de El Exorcista (2000) con un joven inmaduro que en el futuro cree poder hacerlo mucho mejor. Y un realizador de cierta edad, teniendo éxito con programas de televisión que, hoy por hoy, todavía no serían posibles (misas negras, oujijas en directo y demás). Quién sabe lo que veremos antes del 2040, pero seguro que al paso que vamos todo será mucho peor... Respecto al tono actual, aposté todo a que nadie sabe aún cómo hablará y se comportará la gente en esas fechas.
Ibrahim Adarga: tomo nota de tus sugerencias. Respecto a verdadero o aparente referente, el narrador se basa en el punto de vista del entrevistador, que (como la inmensa mayoría) lo cree así, dado que Strattos aún no ha dado su parecer a la pregunta que, aunque no esté escrita, alguien le ha formulado.
Morgan, qué mala eres... Me has hecho ponerme en la piel de la pobre Carmena.
Ligeia: HIV es VIH (human inmunodeficiency virus). Como está desarrollado en USA me pareció mejor usar el acrónimo en inglés.
Respecto al final... la verdad es que al final mueren todos.
Nah, eso ya no hay quien lo arregle. Podría decir que Strattos (no tiene poderes, sólo cree tener grandes dotes para conocer a las personas con el fin de poder manipularlas), cree que si se lo propone puede ser peor que el mismísimo demonio, y así disponer de todos a su antojo y favorecerle en sus intereses. Hasta que se topa con uno de verdad, uno que percibe a su verdadero contrincante, un mero aspirante que usa falsos trucos. Entonces desea hacer ver a ese «malo de pacotilla» quien es quien con trucos poderosos de verdad, y hace que le salga el tiro por la culata antes de ser obligado a irse del niño por efecto del exorcismo.
El programa de Strattos se corta en el clímax, justo en lo más interesante, y los espectadores se quedan sin saber qué sucedió en realidad.
¿Y qué demonios sucedió? Strattos se quedó ese día sin su ración de gloria, pero el cura triunfó de forma inesperada. Luego... cuando el demonio maldice a Strattos, el cura reacciona diciendo «amén» (así sea) ¿podría un cura alegrarse de la acción de un demonio, alegrarse del fracaso de alguien? Siendo Strattos el perjudicado, desde luego que sí. Aun siendo pecado, seguro que Dios lo comprendería.
La verdad es que soy una obsesiva de la ambientación, al punto de que cuando el relato sucede en el mundo anglosajón, pongo millas, yardas, palmos u onzas en lugar de kilómetros, metros, centímetros o gramos, aunque lo odie y los maldiga por no no ser como el resto de la humanidad y adoptar el sistema métrico internacional jajaja como me reí hace diez años cuando los de la NASA perdieron una sonda en su aproximación a Marte porque unos investigadores habían hecho los cálculos en kilómetros y otros en millas, ale, ahí tenéis... en fin, en cambio en otras cosas prefiero dejarlo traducido, es lo mismo que DNA en lugar de ADN, como tengo que procesarlo (traducirlo) un momento, me saca de la lectura lo mismo que un anacronismo flagrante o una incongruencia obvia, mientras que lo de las unidades pues sí que me lo espero y me parece lógico. Pero eso, una manía mía jeje
En cuanto al 2040, en realidad es pasado mañana, la forma de comportarse de la gente apenas habrá cambiado y, con suerte, todos los presentes lo veremos, más arrugados y artríticos eso sí jeje Y el final que planteas me gusta, pero eso, deberías haberlo desarrollado de otro modo... en relatos muy cortos esto de calcular el espacio es mortal XD
Muy buena la idea original y muy conseguidas algunas de las escenas, sin duda. La prosa, como de costumbre, muy eficaz, aunque se te han colado algunas comas entre sujeto y predicado.
No obstante, creo que el relato no llega a brillar lo que debería, creo que se lastra a sí mismo y pierde eficacia. El arranque es moroso. Estamos ante un espectáculo pop, pero no es dinámico. El momento clave, cuando se chantajea al cura, se despacha en una línea y luego no se deja traslucir en el protagonista, que se muestra hierático. El minimalismo demoniaco frente al exceso televisivo me gusta, pero creo que podrías haberlo apuntalado con alguna frase más. Piensa que el rato que permanecemos en la historia lo marcan las propias frases, por prosaico que suene. El giro es tan rápido que sabe a poco, sobre todo porque el arranque ha sido exaustivo.
Vamos, que me ha parecido un buen relato, con buena materia prima, pero que podría haber sacado muchísimo más a lo que tiene entre manos con algunos pequeños ajustes.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.
Coincido en todo lo que han dicho mis compañeros. Un buen relato, muy bien escrito. La ambientación perfecta. Se lee fácil. Hay posesión en un sentido muy clásico, pero narrada desde un punto de vista original. Quizá tarda un poco en arrancar y quizá, por eso, al final le falta espacio al autor y tiene que optar por un final tan abrupto. Aún así me ha gustado, si bien, creo que se necesita reescribir algunos fragamentos para quede más compensado.
Mi puntuación: tres estrellas y media.
Si tuviera que elegir trece relatos entre los presentados al certamen para publicar una antología sobre posesiones, éste entraría en mi lista de quince preseleccionados tras la lectura de todos ellos.
Encaja en el tema de la convocatoria, lo enfoca de una forma distinta al de otros relatos y además muy actual, está escrito de forma competente aunque necesite corrección de detalles y cuenta con suficiente atractivo comercial en conjunto.
★★★☆☆
Sin embargo, competiría con otros catorce relatos por conseguir una de las cinco plazas vacantes en la antología, porque desde mi punto de vista hay ocho fijos entre los presentados al certamen. Me sentaría con el editor para analizar si este relato funciona mejor que otros en la selección final, buscando evitar en lo posible la repetición de temáticas, puntos de vista, esquemas, estilos o ideas en el conjunto de la antología.
¿En qué puedo ayudarte?
Un relato que no es que tenga aires de El exorcista, sino que directamente lo homenajea y de una forma en cierto modo divertida. Bien escrito, logra entretener y se lee con interés. Justo le veo de pegas el principio, que es un poco lento comparado con el ritmo que se imprime luego, y el final, que da la sensación de ser muy brusco.
Me queda la duda de si el sacerdote en realidad tiene poderes y hace que el niño levite o es que el chaval está poseído de verdad y el cura, se alegra sin más de que el espectáculo acabe. En cualquier caso, es un relato en el que me ha gustado su originalidad y la puesta en escena (nunca mejor dicho xD), pero me han fallado el inicio y el final (quizás pedía una extensión mayor que la del límite de este certamen).
3 estrellas
Me parece historia muy bien llevada, con una idea interesante, pero con un final abrupto que me da la sensación de que deja cosas en el tintero.
Muy bien recreado ese ambiente en cuanto a la grabación de un programa de televisión de esa clase. Ahí demuestras saber sobre el asunto, porque yo no hubiera sido capaz de hacerlo.
Me ha gustado el detalle de lo de la abuela; ese pequeño toque de humor creo que le da, en mi opinión, al señor Strattos cierto parecido con el jefe del periódico donde trabaja Spiderman, el señor J. J. Jameson.
Creo que merece tres estrellas y media.
OcioZero · Condiciones de uso
JFB, comprueba que tu relato está completo, no sé si se ha borrado el final.