La cerveza del Faraón

Imagen de Anne Bonny

Reseña del cómic de Diego Agrimbau y Diego Garavano publicado por Editorial Saure, el cual constituye la segunda entrega de la serie Egypcios del espacio

Después del buen sabor de boca que, contra todo pronóstico –dada mi escasa afición por los cómics cómicos-, me había dejado Egypcios del Espacio, sólo puedo decir que “La cerveza del Farón”, el segundo número de esta historia de Agrimbau y Garavano, me ha decepcionado profundamente. A pesar de retomar los mismos personajes, el mismo concepto –aparentemente- y el mismo ritmo, la historieta me ha resultado un fiasco.

 

Toda la publicación adolece de faltas de cuidado sorprendentes, de principio a fin. En los rótulos hay erratas y, en un par de ocasiones, están mal maquetados. Que unos personajes digan lo que corresponde a otros es molesto, en ocasiones incluso genera confusión; que tengan bocadillos y no hablen denota poca previsión. Que estas cosas se repitan a lo largo de la obra pone de manifiesto un descuido generalizado. Un cómic no reposa –o no debería hacerlo- sobre el trabajo de una sola persona. Es por ello que todavía resulta más incomprensible que en una publicación profesional se acumulen tantos fallos.

 

No obstante, la bajada de calidad no es únicamente editorial –a ella achaco los defectos ya nombrados-. El dibujo, salta a la vista desde la primera página, no tiene la calidad del anterior volumen. Al principio se podría tener la impresión de que se trata de un cambio de estilo, de una tendencia a un trazo más desenfadado, de una evolución tal vez, pero ya hacia el final uno constata la verdad: hay una falta de interés en este trabajo. O tal vez de tiempo.

 

Hay imágenes que aparecen borrosas, como si fueran híbridos entre el boceto y la ilustración terminada, o como si los lápices no hubieran sido bien borrados. En otras se alternan dibujos de calidad, paradójicamente en los fondos, con personajes trazados sin ton ni son. Las composiciones de las viñetas son confusas, como realizadas a matacaballo, y en muchas ocasiones atentan contra la legibilidad gráfica del cómic. Los colores tampoco tienen el brillo ni el carácter del número anterior. Así, en líneas generales, es un cómic que no se disfruta gráficamente.

 

El punto positivo es que nada de esto desmerece al guión, porque éste ya se ocupa de ponerse en evidencia a sí mismo sin ayuda de nadie. Que estamos ante un cómic fantástico lo sabemos todos, y a todos nos puede entrar en la cabeza. Así, que la cerveza fermente a la velocidad del rayo, por poner un ejemplo, lo podemos dar por aceptable. Lo que ya es más difícil de tragar es que, si el Faraón dice en la página 28 que su maestro cervecero se llama Ignok, en la 31 diga que es Ulum Warnakis, y que luego a su esclavo Ignok no lo conoce. Esto no es fantasía: es falta de revisión. Incoherencia, de planteamientos y en la historia.

 

Bien es cierto que siguen apareciendo chistes y situaciones graciosas durante el volumen, y que el concepto del propio número es ingenioso, especialmente con la serie de detalles que, peregrinamente, “explican” lo ya encontrado en el primer número. Quizá sea precisamente por estos hábiles guiños y, sobre todo, por la calidad muy superior del anterior volumen, que sea tan patente el mal trabajo realizado en éste. Los motivos de este cambio a peor los desconozco. Sólo espero que, si hay una tercera historieta, no se repitan. Calidad y profesión ya han demostrado sus autores. Sólo tienen que ponerla en práctica de nuevo.

 

Sinopsis

 

Y aquí está el nombre de quien yace en el féretro… un tal… ¡Ignok! Según lo que aquí consta, Ignok era nada menos que… ¡El maestro cervecero del gran Keops! ¡Aquí está toda su historia!

 

Autores

 

Diego Agrimbau: Guionista, dramaturgo, periodista (ocasional) de cómics y redactor publicitario nacido el uno de abril de 1975. Entre 1997 y 1998 estuvo a cargo de los guiones y de la dirección editorial de la revista Arkanov. En 1999, la historieta "Carne Inocente" realizada en colaboración con el dibujante Hernán "Gato" Gutiérrez, fue merecedora de una Mención Especial del Jurado del concurso El Víbora 1999 (España). Fue socio fundador de la AHI (Asociación de Historietistas Independientes) y más tarde de la editorial independiente La Productora, de la que forma parte actualmente como miembro activo. Junto a sus compañeros de esta editorial ha realizado el libro Carne Argentina editado en España por la editorial Undercomic. En 2002, el trabajo "Jaime", ha sido seleccionado para ser exhibido en el "X Salón Internacional de Diseño para Prensa", Brasil. Actualmente está preparando diversos proyectos para ser editados en el exterior, como así también otros para ser editados en forma independiente por el sello La Productora. Junto a Laura Vázquez se encuentra desarrollando una Tesis sobre el campo de producción de la historieta argentina en los últimos 30 años

 

Diego Garavano: Nacido el 5 de Marzo de 1973, en Salto, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Ha realizado diversos cursos sobre arte, en diferentes institutos privados, entre los que se destacan: (1989/1993) Dibujo Humorístico, (1990/1994) Dibujo Artístico, en la Escuela de Garaycochea. Entre 1991 y el 2000 colaboró en distintos diarios y revistas, publicando tiras cómicas, chistes e ilustraciones. Asimismo desarrolló su propio suplemento Infantil de aparición en los Diarios La Opinión (Pergamino) Semanario Reseña (Salto), Semanario Acción (Arrecifes). Desde 1994 hasta la actualidad colabora en distintas ilustraciones y cortos animados en diferentes canales de televisión por cable de la Provincia de Buenos Aires. Desde 1997 hasta la actualidad trabaja en su propio Etudio de Diseño Gráfico, AXIOMA. Su ilustración "Descubriendo América" (1994) ha sido seleccionada en entre los diez trabajos finalistas en las Olimpiadas de Talento Joven de Coca Cola, en el rubro dibujo humorístico.

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