El mundo sumergido

Imagen de Patapalo

Reseña de la novela de J.G. Ballard publicada en España por Minotauro

 

El mundo sumergido es algo más que una novela de catástrofes. De hecho, su atención se centra precisamente en el tras la catástrofe. En concreto se nos presenta un mundo alternativo en el que, a causa de una tormenta solar, la temperatura de la Tierra se ha visto radicalmente alterada. Este cambio climático ha modificado todos los ecosistemas conocidos, pero Ballard no se limita a plantear dicho cambio como si fuera un desafío más para los mismos hombres. En efecto, la propia humanidad, como es lógico, cambia.

Este es el punto que más me ha llamado la atención de la novela, que resulta existencial, en cierto modo, pero a nivel de especie, no precisamente de individuo. Como criaturas que pertenecen a un determinado entorno natural, ¿qué ocurría con nosotros si nuestro ambiente se viera modificado hasta tal punto? Las implicaciones que nos muestra Ballard dan un vértigo cósmico.

Al mismo tiempo, el propio escenario que perfila es de lo más sugerente. Quizás se eche en falta, precisamente, que le saque más jugo, pues a veces parece pasar de puntillas sobre elementos que son muy interesantes, como los propios restos sumergidos, o que no quedan del todo claros al lector (como los muros de contención de las ciudades). De todas formas, no llega a perder fuelle un decorado de una Europa que ha vuelto, de un modo brutal, a un ecosistema tropical que remite a las descripciones de periodos prehistóricos.

La acción se conduce a través de una serie de científicos y "resistentes" recalcitrantes que se demoran por latitudes demasiados meridionales como para que sean habitables, de un modo normal, por los seres humanos. Es un reparto que funciona bien, en especial a partir de la aparición de ciertos invitados inesperados. Los vistazos que echamos a su psique no por ello resultan nada esperanzadores.

Este tono ominoso y lúgubre (quizás "decadente" sería un término mucho más adecuado) se infiltra en la propia prosa. No estamos ante una novela vitalista de aventuras, sino ante el ocaso, o al menos el repliegue, de la humanidad, y eso es algo que se palpa en el propio modo en el que ocurren las cosas, y en el que se nos cuentan.

En definitiva, un libro de ciencia ficción (o una ucronía) que sorprende por su planteamiento y por las intensas sensaciones que transmite. Tiene bastante de reflexión filosófica indirecta y resulta bastante opresivo, pero al mismo tiempo engancha irremediablemente por el escenario planteado.

 

Autor

J.G. Ballard nace en Shangai (China) el 18 de noviembre de 1930. Durante la Segunda Guerra Mundial fue encerrado junto con su familia en un campo de concentración japonés, experiencia que relataría en su obra El imperio del sol, propuesta para el Booker Prize, ganadora del Guardian Fiction Prize y que más tarde llevaría al cine Steven Spielberg en la película homónima.

En 1946 su familia se traslada a Gran Bretaña, donde inicia estudios de medicina en la Universidad de Cambridge que no llegará a completar. A continuación, trabaja como redactor en un periódico técnico y como portero del Covent Garden, antes de incorporarse a la RAF en Canadá, como piloto. Una vez licenciado, trabaja durante seis años como adjunto a la dirección de una revista científica, para pasar más tarde a dedicarse por completo a la literatura. Falleció el 19 de abril de 2009, víctima de un cáncer de próstata

 

Sinopsis

El mundo entero ha cambiado a causa de un terrible cambio climático: la temperatura de la tierra ha aumentado y gran parte del mundo ha quedado sumergido. Algunos supervivientes se resisten a abandonar las tierras más meridionales.

 

Edición

El mundo sumergido

J.G. Ballard

Booket, 2008

Colección Ciencia Ficción

Bolsillo

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