Estoy en trámites de montar un dojo de kendo en la aldea. Como será el único en 100 kilómetros a la redonda estamos destinados ya a la gloria.
Ya vendré a pedirle consejos a Omnio sobre los estiramientos. A Xoso lo invitaremos para que venga un día con su mandoble para derrotarlo y demostrar de una vez por todas la superioridad de las artes marciales japonesas y las katanas de bambú sobre el arte de la guerra medieval europeo barbárico.
En paralelo, voy a ir entrenando mi ejército personal de niños escorpiones y ratas.
¿Cuánto vas a cobrar?
¡Ah no! Que es por "amor al arte".