Está claro que los escritores necesitan (¿necesitamos?) vacaciones. A mí, al menos, se me satura la mente y, al final, acabo dando patadas al mismo bote (que no al compañero Bote ) sin que se me ocurra ninguna idea nueva que crea que merezca la pena.
Pero claro, luego pasa lo que pasa. El escritor se va veinte días de vacaciones que aprovecha para no escribir absolutamente nada. A la vuelta, aunque la cabeza se le ha llenado de ideas, pero se ve incapaz de escribir nada. No sé si es el calor o que se me ha olvidado escribir. Sé que es algo transitorio pero ¿os pasa lo mismo?
Escribir es como el ejercicio físico, si no lo sigues practicando te oxidas. Pero todo sea dicho, una pequeña temporada, como pueda ser un mes o dos no me parece que vaya a ocasionar muchos problemas, más aún si el escritor ha seguido pensando en su historia.
Otra cosa diferente puede ser la poesía, que se agarra más a un momento concreto del autor que a un trabajo tan estructurado como una novela.
"Dejad de echar miguitas de pan en el camino correcto, que por mucho que os empeñeis, no me gusta el pan y menos, recogerlo del suelo."