Pues muy bien. Soñe que cogía el tren con gente para ir a la playa. El viaje transcurrió todo guay hasta que llegamos a la parada, pero que no era la parada. Era una especie de pueblo artificial, una trampa creada con barracones y fachadas falsas sobre éstos, para que se viese igual que el pueblo playero desde el tren y hacer que los incautos se bajasen ahí.
Y nada, que cuando nos damos cuenta de que a ese sitio le pasa algo raro, ya es demasiado tarde: estamos en los dominios de Patapalo, que en el sueño se hacía llamar Patapalo Capmanys y tenía un experimento jodido entre manos. El puto loco estaba desde su cuartel, una especie de torre de vigilancia aérea soviética, jugando al Plague Inc (un juego donde tienes que desarrollar una plaga, evolucionar sus síntomas, transmisión, etc, y eventualmente cargarte a toda la humanidad) y lo que hacía en su pantalla se reflejaba en su feudo de pesadilla. Pero es que además en el sueño el juego era un poco diferente, porque en lugar de ver el mapa del mundo veía solo el mapa del pueblo a lo GTA y actuaba en modo local. Y no solamente jodía la marrana con bacterias y viruses, sino que también podía seleccionar sectores del mapa y modificar sus estadísticas de robos, incendios, violaciones, etc. Algo así como el Sim City pero al revés.
Y se ve que así pasaba sus días, jugando a ser dios y matando a mucha gente. A nosotros en concreto nos tocó dormir en unos barracones donde esa noche la insalubridad del agua y los robos con violencia se habían incrementado un 200% para "medir el estrés" de la gente o algo así. El caso es que si sobrevivías podías irte libremente, si total a Patapalo Capmanys solo le interesaban las estadísticas y nosotros no éramos más que números.
Lo último que recuerdo es verle en su torre enviando a un grupo de gente muy contagiosa (y que podía controlar desde el ordenador, al parecer) hacia otro grupo de gente que estaba conspirando con quemarle su monitor "porque esas cosas no se hacen"
Muy bonito todo.
el nombre del lugar lo mejor
Los hombres de verdad no bailan. Se sientan, sudan, y maldicen.