Yo tampoco creo que sea la falta de talento ni de ideas. Gracias a un amigo cineasta, he asistido a algunos pases y concursos de cortometrajes, y algunas de las piezas, dos o tres por pase que voy, acaban gustándome mucho (aunque también hay sobradas de "soy un gafapasta modernillo y hago cine que no entendería ni Kiarostami de lo bueno y postmoderno que es, perdón por el ataque retrógrado, pero hay actitudes que me superan). No ya la propia idea, sino también los planos, las secuencias, la fotografía, trabajos bien hechos, y eso que el presupuesto suele ser mínimo y los medios, nefastos.
En cambio, Vicente Aranda, con sus millones (de pesetas) de subvención, te monta un Tirante el Blanco que es como para morirse de vergüenza.
Andronicus dixit
Es un razonamiento muy válido.
Andronicus dixit
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