Pulpo ficción

Imagen de Anne Bonny

Reseña de la recopilación de los cómics ganadores del Primer Premio de Cómic Fábulas Medioambientales. Incluye “El pulpo que ve el mundo al revés” de María José Mosquera Beceiro, “Maremágnum” de Amaia Ballesteros López, “¿Cómo sobrevivir día a día sin perder la sonrisa?” de Aurora Solano y José Hierro, “Pulpo a la chirel” de María Elena del Valle Garcés y “Andrés y Pier” de Diego Alejandro Garavano

 

Creo que es la primera vez que leo una recopilación de historietas de verdad. Distintos autores, con sus personajes e historias propias, pero un mismo tema central y un enfoque parecido. No es como coger un personaje y hacerle vivir varias aventuras de la mano de varios dibujantes y guionistas, sino el contrario. Y funciona.

 

Desde el principio el tebeo sorprende. El propio nombre marca el carácter que se le ha querido dar a la obra: cómico pero sin perder el espíritu crítico. Y eso es algo que tienen en común todas las historias. Eso, y el compromiso con la ecología.

 

Teniendo en cuenta que todas están protagonizadas por pulpos, que todas abordan el problema de la degradación del espacio marino y que la extensión de cada historieta individualmente es bastante reducida, se podría temer por el resultado. Sin embargo, no hay que perder de vista los elementos que equilibran la balanza y, a mi parecer, la inclinan positivamente: son los trabajos seleccionados de un concurso, el Primer Premio de Cómic Fábulas Medioambientales, y están hechos con mucho entusiasmo e ingenio.

 

Abre la recopilación “El pulpo que ve el mundo al revés”, de María José Mosquera Beceiro. Es quizás el trabajo más sólido de la antología, aunque al principio engañe por estar claramente dirigido a un público infantil. Esto me parece ya un acierto en sí, pues la conciencia medioambiental hay que desarrollarla desde pequeños.

 

La historia se desarrolla a través de pequeños poemas muy sencillitos que recuerdan a los Ripios Floripios o a los trabajos de Gloria Fuertes. El dibujo, sencillo y de colores vivos, acompaña a la historia a la perfección, de un modo clásico. La intervención del pez payaso –guiño a Nemo, tal vez- da la vuelta a la tortilla argumental pasando de un absurdo negativo a uno positivo.

 

“Maremágnum”, de Amaia Ballesteros López, opta por un dibujo más personal, con un color muy trabajado que tiene un componente acuático que me ha gustado mucho. A nivel de historia es menos cómico y tiene algunos puntos trágicos y poéticos que lo desmarcan en cierto modo del resto de los cómics con los que comparte recopilatorio.

 

“¿Cómo sobrevivir día a día sin perder la sonrisa?”, de Aurora Solano (guión) y José Hierro (dibujo) cambia de enfoque y, en vez de ofrecernos una historia continua, nos presenta una serie de tiras cómicas. Es humor negro, qué duda cabe, pero consigue que el conjunto resulte simpático y no deprimente. El equipo formado por estos dos artistas sin duda es sólido, y el dibujo, muy de autor, refleja perfectamente las reflexiones –muy de actualidad- que plantea el guión.

 

“Pulpo a la chirel” de María Elena del Valle Garcés continúa con la línea cómica en una serie de gajs a página completa, pero optando por un humor más surrealista y, por lo tanto, más amable. El problema medioambiental sigue de telón de fondo pero ya no es tan opresivo. El dibujo es, quizá, el más arriesgado del conjunto, y tiene algunos componentes más propios de las nuevas concepciones en cuanto series de dibujos animados.

 

Cerrando la antología tenemos a “Andrés y Pier”, de Diego Alejandro Garavano. De nuevo con el esquema de las tiras cómicas, en esta historieta los chistes se suceden gracias a las apostillas que va haciendo su amigo tortuga –Pier- al protagonista pulpo –Andrés-. Con un nuevo punto de absurdo, y dejando descansar la narración en los textos más que en las imágenes, este trabajo marca su diferencia con el resto de las obras.

 

En conjunto tenemos una obra educativa, simpática y entretenida para el público infantil que, además, ha nacido gracias a un proyecto interesante y comprometido. Incluso para un público adulto resultará una lectura grata y, sin duda, un punto de reflexión necesario. Mi enhorabuena a todos los que la han hecho posible.

 

Sinopsis

 

¿En qué piensa un pulpo, cuando en el fondo del mar se topa con una caja de sardinas vacía y una escoba rota? Tiene ocho brazos para llevarse un bocado, pero una sola cabeza para opinar sobre el impacto de las actividades humanas sobre el medio ambiente marino. ¿A qué le suenan las palabras: desarrollo durable, transporte, energía o pesca intensiva? Dimos un micrófono al pulpo Andrés y nos contó sus historias…

 

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