RONDA 1: VA DE CINE. DENTRO DEL LABERINTO. (GRUPO LANZA) - COMPLETO - M.Patatafría 1 - Igor Rodtem 2

Unos gramos de felicidad

Entrar es fácil, solo hay que cruzar la raya. Una vez dentro, la travesía es placentera aunque sinuosa. Las paredes rezuman un polvillo blanco y te vas adentrando, alejándote de la realidad, haciendo cada vez más difícil el regreso... No hay esperanza dentro del laberinto.

Con la venia:

Dos laberintos muy diferentes, uno real y casi cómico, el de la Sra. María y otro muy dramático, el del Sr. Rodtem. Y dos estilos de escritura, sin duda. Decididamente, debe ser duro ser juez.

[quote=Rapso]

Curiosa la proposición laberíntica del micro sin título; una propuesta con cierto toque humorístico y planteamiento original. Debo reconocer que entre las diferentes opciones que imaginé cuando pusimos el título, esta del laberinto de espejos no se me ocurrió. La originalidad, ciertamente, es un punto importante en este concurso. Sin embargo, el texto baila en esa delgada línea que separa un relato de una anécdota, y adolece de algo más de intensidad narrativa. Falta una historia, una trama más consistente. Como recomendación, es conveniente que los relatos siempre tengan títulos. Bien elegido, es un aliado poderoso. En lo técnico, dos detalles. Uno, el adverbio “sólo”, según las últimas recomendaciones de la RAE, no debe tildarse. Y dos, y esta es una manía personal (e intransferible), la prosa no debería rimar. El inicio “EspEJOS y más espEJOS. Evitaba siempre el reflEJO”, se me ha hecho muy cuesta arriba.

Sabias palabras que agradezco y tendré en cuenta

Al principio me lié un poco con el micro sin título de María. Pensé que se me estaba escapando algo. Era mucho más sencillo que eso. En un laberinto espejado, la mejor forma de saber por dónde vas es mirar al suelo. O eso creo. Está bien, es como cuando pillas el sentido a un acertijo o a un juego de palabras, pero la verdad es que su eco no perdura demasiado. No deja huella. 
En lo formal, el "solo" me parece perdonable, pues es una norma que, aunque me gusta cumplir, hasta la propia RAE ha admitido como fracaso absoluto. Afea un poco más el texto la cacofonía inicial. Pese a no ser imprescindible, considero que un título siempre redondea un poco más el resultado. 

El micro de Igor, Unos gramos de felicidad, tampoco me ha entusiasmado mucho. La imagen es buena y está bien planteada con metaforas claras y visuales. Pero la idea se me antoja un poco manida. Quizás con un título menos explícito y jugando a engañar un poco más al lector, que este dude sobre si en realidad se trata de un laberinto tangible o metafórico, le hubieran dado un poco más de frescura al conjunto. 

Mi voto es para Unos gramos de felicidad, al que encuento un poco más pulido.  

Enhorabuena a ambos, me han gustado los dos, dificil decantarse para un lado u otro, si fuera juez estaría metido en un complicado laberinto.

He de reconocer que no me lo esperaba y me llena de gozo