Boneshaker

Reseña de la novela de Cherie Priest publicada por La Factoría de Ideas

Boneshaker es una novela que se ha llevado el Premio Locus, ha quedado finalista del Nebula y ha sido nominada al Hugo. Pero que nadie se lleve a engaño: no es una obra que pretenda revolucionar el género, ni siquiera poner a prueba sus límites. Más bien al contrario, es una novela pulp, un folletín de aventuras con un marco de género que busca, sin más, el entretenimiento. Disfrutar, y hacer disfrutar a los lectores, dentro de los cánones de la fantasía retrofuturista.

La trama que se nos plantea es sencilla: un adolescente cuya vida se ve marcada por la sombra de su padre —un excéntrico inventor desaparecido que se ha ganado la enemistad de sus conciudadanos— y de su abuelo —un controvertido personaje, héroe para algunos, traidor para otros— se lanza a un peligroso viaje con el que reivindicar la memoria de sus antepasados. Su madre, auténtica heroína de Boneshaker, corre tras sus pasos para evitarle un aciago final. Y con idéntica sencillez se resuelve esta trama, con muchas peripecias pero de un modo eminentemente lineal.

El escenario, que es el alma del libro, está lleno de elementos pulp de inspiración steampunk. Encontramos una ciudad anegada por un terrible gas mortal de alta densidad que transforma a la gente en zombis, un impresionante muro de contención de una altura tal que solo puede salvarse en dirigible, curiosos ingenios mecánicos, estética victoriana y un largo etcétera que pone de manifiesto hasta qué punto la estética es clave en la novela.

Algunos elementos nos remiten al género de terror, como la opresiva ciudad plagada de zombis en la que conviene moverse con máscara antigás por si, sin darte cuenta, caes en una zona no depurada. El mismo gas, que repta por el suelo y es visible gracias a los cristales polarizados, potencia esta claustrofobia. No obstante, el tono de Boneshaker es más de aventuras que de horror propiamente dicho.

Del mismo modo, la ciencia ficción está presente en la vertiente steampunk, pero, igualmente, no tiene un peso específico real en la novela. Las explicaciones sobre excavadoras gigantes, prótesis o zombificaciones no son el objetivo del libro, que deriva más bien a la fantasía histórica. Son, como decía, elementos pulp para amenizar las aventuras de los protagonistas.

Boneshaker es, en definitiva, una historia de viaje: el de un joven que quiere conocer sus orígenes y está dispuesto a arrostrar cuantas dificultades encuentre en su camino. Un viaje pulp, lleno de oscuro colorido y unos cuantos guiños a los amantes del género fantástico en todas sus vertientes.