Bastardo
Escuchaba abajo a su mujer jugando con su único hijo.
Unos pasos torpes subían las escaleras, aunque sus voces permanecían lejanas.
Se revolvió en la cama pero no le vio. Sólo notó sus deditos fríos apretándole la garganta hasta dejarle la cara morada y los ojos en blanco.
Libertad
El abuelo fue sargento sin misiones de paz. Papá se hizo abogado cuando no había defensa ante la justicia. Para la abuela y mamá, ser ama de casa no era una opción. Dicen que, como ellos, puedo hacer lo que quiera. Sin otra salida, afirmo ser parado vocacional.