Cosas quietas
Echo de menos a los seres móviles. Aquel día, yo y las demás cosas quietas, conseguimos volar, y volamos por los aires. Pero tras aquel fogonazo el mundo sobre el que caímos se había convertido en otra cosa quieta.
Cosas quietas
Echo de menos a los seres móviles. Aquel día, yo y las demás cosas quietas, conseguimos volar, y volamos por los aires. Pero tras aquel fogonazo el mundo sobre el que caímos se había convertido en otra cosa quieta.
Cosas quietas habla de la añoranza de la mesa, tras ese fogonazo. Hace pensar en una especie de apocalipsis. Me gusta la idea y el final que tiene, pero creo que al micro le hubiera hecho falta un poco de poso y revisión. No me gustan algunas repeticiónes como las de la palabra "aquel".
Placeres habituales nos cuenta otras historias a través de la de la mesa. Me gusta el proceso "mañana, tarde, noche", aunque es quizás demasiado rutinario, habría agradecido alguna sorpresa.
Mi voto va para Placeres habituales.
¡Haz algo, Patán!
Cosas quietas, es un microrrelato fabuloso. Me ha gustado mucho el juego que realiza el autor entre lo móvil y lo inmóvil, y como ha personificado a la mesa para darle vida en un mundo ya muerto. Las imágenes que sugieren me han encantado. En conjunto es un gran microrrelato. ¡Enhorabuena!
Placeres habituales, es un microrrelato explicativo que carece de un conflicto en el que apoyar la historia. Me ha gustado como ha utilizado los tiempos de un día para mostrar las sensaciones de esa mesa. El título es un gran acierto y el final no podía ser otro. Me ha gustado, pero como he mencionado antes, peca de falta de conflicto.
Mi voto va a parar a Cosas quietas, que para mí es una joya de microrrelato por ese juego entre lo móvil e inmóvil que ha realizado y por la elipsis que le precede y nos deja al leerlo.
Estoy de ACME hasta los...
Cosas quietas nos cuenta la historia de un desastre en el que no ha sobrevivido nadie, destila nostalgia, al mostrarnos el deseo de volar, de ser algo "móvi"l y la tristeza al ver que el mundo se ha convertido en algo tan quieto como ella.
Placeres habituales nos cuenta una historia más cotidiana, en el que la vida de una familia se refleja en los momentos que pasan en torno a la mesa.
Los dos micros me han gustado, me voy a decantar por Cosas quietas porque la historia me ha resultado más impactante.
¡Qué mala suerte, chato!
Personalmente me gusta un montón la ciencia ficción, pero desde que leo un título tan forzado como "cosas quietas" el relato no me resulta demasiado creible, lo siento. Como idea apocalíptica no esta mal.
Prefiero utilizar la mesa familiar de Lenina, donde el movimiento es constante y mira por donde, nunca había caído en que muchas de las cosas que hacemos sobre (y bajo) la mesa nos producen placeres a diario
OcioZero · Condiciones de uso
Placeres habituales
Le gustaba despertar con las tazas de leche derramada por la mañana. Las reuniones de té por las tardes impregnaban la madera con aroma placentero. Y en las noches más profundas, mientras los niños dormían, solía recibir una pasión que empapaba de gemidos y sudor su fría superficie.
"Todos pertenecemos a todos"