Sinopsis cortesía de FilmAffinity: Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). Empezando por el sueño americano, hasta llegar a la codicia corporativa de finales de los ochenta, Belfort pasa de las acciones especulativas y la honradez al lanzamiento indiscriminado de empresas en Bolsa y la corrupción. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de una agencia bursátil le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. Drogas.
DiCaprio interpreta un broker que, al igual que sus socios, tiene bien claras sus prioridades en esta vida: Dinero (a toda costa y como sea), drogas (el prota y sus "socios" casi que pasan más tiempo colocados hasta las trancas que sobrios) y sexo non-stop (lo que propicia que haya desnudos integrales de tias buenas durante todo el metraje).
El éxito financiero que el personaje de DiCaprio ganará a buen ritmo, no se deberá a que sea alguien inteligente o a que tenga grandes conocimientos de bolsa (de hecho, tanto el prota como sus socios, resultan ser tan gilipollas como drogatas y salidos) sino a que sus clientes, los accionistas, no son más que una panda de vagos idiotas codiciosos que, con tal de soñar que algún día serán multimillonarios, son capaces de confiar grandes cantidades de dinero a cualquier especulador con un mínimo de piquito de oro (a lo largo de la peli te van a dejar bien claro que la bolsa es un nido de parásitos politoxicómanos, un lugar donde ni se crea ni se produce nada, un manicomio desmadrado en el que la codicia -propia y ajena-, el saber echarle morro y la mentira son las mejores bazas con las que se puede contar).
La verdad es que la peli, pese a tener casi 3 horas de montaje frenético, me ha sorprendido muy gratamente. Es una absoluta gamberrada de mucho cuidado, una risa constante, una peli desmadrada, caótica y excesiva hasta límites insospechados, una sátira a Wall Street y a sus absurdamente ambiciosos (y retrasados -al menos DiCaprio y su compañia-) moradores...
...y, para que engañarnos, la peli es tan humorística, chabacana, excesiva y grotesca, que tiene algunos momentos y personajes dignos de una peli de Torrente (de hecho, se comenta que el título bien podría haber sido "Porky's on Wall Street").
A mí me ha molado bastante. Es todo muy excesivo y, bueno, está basado en un personaje e historia real pero no sé hasta qué punto podía darse todo lo que se ha visto, porque era demasiado. Quizás podría haberse acotado un poco pero tampoco se llega a hacer pesada porque el ritmo es bastante frenético y te tiene enganchado, sea a base del desmadre de las drogas o de las tetas xd No, pero bien y papelón de Di Caprio
Nature abhors a gradient