Entonces parece que es cuestión de acostumbrarse a un tipo de horario. También me parece normal que al cambiarlo haya cierto resentimiento en el rendimiento o el ánimo a la hora de cumplirlo.
Si lo han cambiado hace un año, yo lo dejaría mínimo cinco años, cuatro más. Para que toda una generación de alumnos pueda acostumbrarse a este sistema y ver cómo responden.
Insisto en que no la pido. Solo más información sobre de dónde surgen las opiniones, para contrastarlas. Es todo.
La mía no es una opinión técnica o muy comprobada. Simplemente en mi experiencia como profesor y alumno que una vez fuí, me imagino cómo sería reducir la jornada a cuatro días haciendo esos cuatro días todavía más pesados y creo que sería peor, porque el esfuerzo estaría menos repartido y además, ese miércoles-domingo en medio de la semana -creo- sólo serviría para cortar el ritmo educativo de la semana. Algo así como cuando a los niños les cuesta empezar un lunes, pero en jueves. Además que el martes sería como un primer viernes, y los viernes solían ser tomados poco en serio porque los niños ya piensan en que mañana fiesta, se descentran.
No sé muy bien qué comentar. Como ya he dicho, hasta el año pasado los franceses hacían así: cuatro días con más horas por día (más horas que ahora, no que en España), con pausa el miércoles, y volvían menos cansados al final de la jornada y estaban más centrados en clase, tanto los martes como el resto de los días.
Al menos, según todo el mundo que ha visto el cambio este año con el que he hablado -padres, abuelos, canguros, profesores, directores, personal asistente, hasta los profesores de judo de mis hijos-, que han coincidido en que están más cansados, menos centrados y más nerviosos. Así que, me temo, que tú imagines que ocurriría justo lo contrario no me aporta gran cosa; al menos así, sin más, en bruto.
Hombre, si añadieras algo, como que en tu experiencia cuando les pilla puente o un día festivo entre semana los niños te hacen mucho menos caso en el dojo, o que por el clima o la idiosincrasia españoles un cambio de cinco a cuatro días no funcionaría ni de palo, pues igual veía algo sobre qué opinar. Seguramente, por una mera cuestión de recursos, sería imposible en España dejar los miércoles libres. Aunque, no sé, con la cantidad de parados que hay ahora...
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.