R1. El dónde: una sala de autopsias - COMPLETO - Sirenita 1 - Hermano Eco 2

Requiescat in pace

—Por fin en mis manos —susurra el hermano boticario sobre el difunto que, desnudo, aguarda sobre la mesa un examen post mórtem.

Entonces, unas lágrimas adornan su sonrisa, y su corazón se acelera cuando la esponja unge ese cuerpo maltratado y tantas veces anhelado.

Tremendo duelo Sta. Sirena (aun tengo plumas levantadas de mi último encuentro con usted), Sr. Eco (confío que no deba arrepentirse de haber escogido tan impío escenario)

Servidor seguirá atento el resultado de ambas autopsias, no solo por si acaba cayendo algo de la mesa.

Yo siempre me arrepiento, pájaro de mal agüero. Y vosotros también deberíais ¡arrepentiros! ¡El Fin está cerca!

Micro sin título de sirenita

Una historia muy a tono para vivirla  en una sala de autopsias, con una insana atracción por un cadáver. He echado en falta un poco más de emoción a la hora de redactar la historia, no sé, noto que le falta un suspense que ayude a meterte en situación: la  palabra "ruiditos", ese bzzz, y el repetir al principio y al final lo del fluorescente, me ha sacado una y otra vez de un relato que podría haber sido más oscuro. Y ya lo siento, porque la idea era muy sugerente.

Requiescat in pace

Otro autor haciendo mención de la enfermiza atracción por los muertos. Sin embargo en este caso, las emociones y ese placer prohibido quedan reflejadas en cada una de las palabras del micro. Un susurro, la desnudez, las lágrimas, una esponja que unge un cuerpo anhelado... detalles que hilan una historia muy bien contada.

Por lo que he comentado anteriormente, mi voto es para " Requiescat in pace"

¡Milagro! ¡MILAGRO! El Fin no ha llegado todavía. Sí, no obstante, la hora de hacer penitencia y martirizarme, pues algo ha fallado en mi narración de la debilidad de la carne. No era un deseo necrófilo el que animaba al impío monje, sino el de practicar el pecado nefando con uno de sus hermanos, al cual, sin embargo, no había llegado ni a tocar en vida gracias al orden reinante en el monasterio.

Gracias, ¡gracias! Una brizna de piedad en este mundo.

Siento, aunque es mi mera opinión, que los dos micros carecen de cierta originalidad y que hubieran podido rebuscar otro punto de vista de la sala de autopsias. Aún así, los dos han sido muy acertados en lo que han querido relatar. El de Sirenita me queda poco expresivo, talvés la descripción del espacio podría haber quedado más corto y aprovechar las 50 palabras de mejor manera, aunque me gusta mucho como la frase inicial y final encierran todo el micro. Talvés la onomatopeya está sobrando.

¡Que justa tan disputada! Del primero me justa la ambientación, pero el segundo tiene más chicha. Yo no sé con cual me hubiese quedado. Quizás con Sirenita, pero mi más sincera enhorabuena al Hermano Eco. ¿Sabe usted que se parece mucho a mi profe de Religión?