Doble o nada
Le acariciaba las caderas, sus curvas, su frondosa melena, sus pechos, a la vez que aspiraba su perfumado aroma como si fuera el último átomo de oxigeno respirable. Era el ritual diario que practicaba antes de regresar a casa, donde aguardaba mi aceptado marido.
AUTOFINANCIACIÓN
Ama de casa, sin compromiso y madurita se ofrece para juegos eróticos de todo tipo antes de las 16.30h. Se aceptan Visa, Mastercard o Medicamentos para mi hija.