Lo de Galicia y lo del BNG se veía venir. Feijo'o sabía que iba a perder votos (de hecho ha perdido más de 100.000, no es ninguna coña en una comunidad con menos de 3 millones de habitantes) pero le daba igual porque sabía que los otros iban a perder más. El PSOE ha caído con fuerza pero el descalabro del BNG ha sido mayúsculo, y personalmente me alegro, porque quien realmente manda en el BNG (la UPG) representa un insoportable nacionalismo de pandereta al que nunca he soportado, ese que pretende irse de 'modelno' y cultureta pero no deja de ser una auténtica gañanada con una capa de pintura mierdosa por encima. Beiras tampoco es que sea santo de mi devoción pero les acaba de dar una auténtica lección.
Ahora bien, el problema sigue siendo el mismo de siempre: el electorado pepero sabe lo que quiere votar y lo vota, desde los viejos fachas de 80 tacos a los jóvenes lacosteros de 20. Y el que está demasiado chocho para votar, pues se le va a buscar al geriátrico, se le mete en el minibus y se le lleva a rastras hasta la mesa electoral si hace falta Vamos que en general les da igual la situación o lo bien o mal que lo haga el gobierno de turno, son de piñón fijo. El gran líder marca el camino con la diestra en alto y ellos siguen. Luego se podrán dar de puñaladas entre las facciones internas durante 4 años, pero cuando llega el día, todos a una.
El otro día un colega me decía que es imposible concebir que el rural gallego pueda llegar a emitir un voto de izquierdas. Hablamos de regiones donde los vecinos llegan a matarse por un metro cuadrado de tierra y se pasan la vida moviendo los tocones para comerle un trocito tras otro a la parcela de al lado.
Y por último, PSOE y BNG tuvieron cuatro años para cambiar una ley electoral de coña según la cual Lugo y Ourense (graneros de votos peperos) tienen la misma representación en el parlamento que Coruña y Pontevedra con la mitad de población. Y no lo hicieron, probablemente por miedo a un posible auge de partidos minoritarios, probablemente porque pensaron que una vez en el poder nadie los desalojaría. Ahora a joderse por pringados.
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