La verdad es que los grupos violentos izquierdistas son bastante penosos, van en muy numeroso grupo y se dedican a hacer destrozos, pintadas, lanzar cosas, insultar etc pero se escudan constantemente en el grupo, caminando a paso fuerte y altivamente en primera fila hasta llegar al mismo frente del problema y entonces hacen como un "rebote" y tiran hacia atrás esperando que alguien haga algo.
Cambia el izquierdista por derechista o elimínalo y tienes lo mismo. Las turbamultas son turbamultas, y cómo reaccionas frente a ellas cuando estás acorralado tiene poco que ver con tu ideología y mucho más con tu carácter y tu posible entrenamiento. No creo que aquí haya ningún valor político a debatir, a no ser que hablemos de ideologías que fomenten en sus prácticas los grupos violentos.
Nadie aquí admira la osadía de la violencia de cierto grupo, simplemente se criticó la cobardía de un grupo opuesto y es lógico que parezca que se hace un flaco favor al contrario, pero no es así.
Es más fácil criticar a los grupos fascistas porque raramente alguien se sentirá identificado con ellos, por muy conservador que sea, los motivos de éstos para la violencia son tan infames que resultan cómicos y absurdos, estamos totalmente acostumbrados a no considerarlos más que una lamentable reminiscencia de una epoca oscura del pasado.
En cambio mucha gente se siente en mayor o menor medida identificado con grupos de izquierdas, y sus motivos para actuar nos parecen mucho más defendibles políticamente, incluso morales y necesarios. Pero el hecho de que utilicen esos nobles motivos para ser violentos que destrozan y dañan todo a su paso infunde verguenza en muchas personas, porque supuestamente se sienten en el mismo bando. De ahí que haya un sentimiento de decepción y verguenza ajena que propicia a críticas más duras y personales, en un intento de diferenciarse y de condenar especialmente estos actos que además de ser mucho más numerosos que los neonazis, tienen la desfachatez de apropiarse el mérito de la causa y de considerarse los que más luchan por ella, los revolucionarios y libertarios de ahora, cuando no son más que una turba violenta de alborotadores políticos y saqueadores oportunistas que no tienen el más mínimo respeto por la democracia.
Porque la democracia también significa saber aguantar cuando las cosas van mal y hacer las quejas por los cauces correctos, no solo ser civilizados y pacíficos cuando es fácil, ser democrático es ser respetuoso con el sistema y las instituciones incluso cuando más te fallan.