Megazoria: Frankia
Trasfondo del reino de los hombres libres
Los francos, u hombres libres, han fundado bajo el carismático mando de Merovic un próspero reino en la frontera con los reinos meridionales. Ahora, Childeric, su heredero, intenta mantener su trono en el delicado equilibrio de poderes que lo rige.
Aspectos geográficos
Frankia o Frankonia es una tierra agreste, cubierta de bosques, roquedales y formaciones montañosas. El clima, continental, sufre la influencia de los glaciares del sur y de los mares del norte, y está sujeto a grandes cambios estacionales. Las precipitaciones son frecuentes, lo cual, unido a la riqueza del suelo, ha convertido a la región en una zona rica.
Fauna
Como en la mayor parte de los bosques continentales, los lobos y los osos imponen su ley y dan caza a cérvidos de distintas clases, como los avernoceros. En Frankia abundan, además, los cerdos salvajes y los jabalíes, así como otras criaturas de menor envergadura, entre las que se cuentan amphicyones del tamaño de un lobo medio pertenecientes a la familia de los osoperros.
Habitantes
Los francos son un pueblo germánico y entre ellos priman las pieles y los cabellos claros, que llevan recogidos en elaboradas trenzas. Visten ropas de lana y cuero, túnicas cortas y polainas, y los pudientes se ciñen los cabellos con cintas de metal y las ropas con brazaletes. Los nobles tocan sus yelmos cónicos con alas, cornamentas y otros adornos que muestran su estatus.
Lengua: Germánica
Escritura: Transcripciones latinas de la lengua oral.
Algunos nombres de ejemplo: De hombre, Alaric, Burkhard, Wallia, Aelric u Odovacar. De mujer, Ludwiga, Alba, Bescela, Asuui o Brunhild.
Sociedad y gobierno
Frankia es una monarquía muy joven e inestable. Siguiendo la tradición poligámica, Childeric se ha esposado con numerosas jóvenes de familias aristócratas y, lejos de forjar lazos estables, ha herido susceptibilidades. Ahora, las principales familias compiten entre ellas y muchas no terminan de apoyar al rey, cuyo poder se basa en sus éxitos militares frente a los galos o en campañas mercenarias para los reinos del sur. Childeric ha buscado incluso el apoyo de otras tribus germánicas. Para reafirmar su autoridad, el monarca se hace portar sobre un escudo, sobre los hombros de sus principales, práctica que han empezado a imitar algunos caudillos.
Los francos están organizados en un sistema muy jerárquico, casi feudal, en el que una serie de hombres libres sirven a un noble. Cuantos más hombres libres están a su servicio, más poderoso es este. Bajo ellos, una serie de esclavos y siervos se encargan de cultivar las tierras y otras tareas serviles.
Religión
Los francos veneran a deidades propias del panteón germánico a través de prácticas que resultan casi chamánicas y que están en fuerte relación con la naturaleza. No hay un culto organizado propiamente dicho, pero todo aristócrata que se precie tiene en su poblado a un hombre santo o un adivino, que suele ejercer tanto de consejero como de catalizador en la victoria o la derrota.
Actividades económicas y lúdicas
Los francos conocen el uso del arado manual, con el que roturan la tierra, y también crían rebaños bovinos y ovinos, que son la base de su riqueza y que provienen, por lo general, del saqueo. Los nobles complementan sus ingresos a través de la guerra, bien como ejército propio, bien como mercenarios. Existe también un creciente comercio con el sur.
Los francos disfrutan mucho con los torneos, exhibiciones de combate y equitación en las que los aristócratas pueden mostrar su poderío para regocijo de todo el mundo. También son aficionados a las odas épicas y la música en general, sobre todo si está regada con hidromiel.
En la guerra
Los francos viven para la guerra, aunque no funcionan como un ejército profesional, sino que sus guerreros se organizan por grupos familiares en torno a sus aristócratas. Esto limita su capacidad táctica, pero siguen siendo rivales formidables, sobre todo gracias a su caballería pesada: importados de oriente, de las estepas, los caballos forman ahora una parte privilegiada de la cultura franca. Cubiertos por bardas de cuero y discos de metal o anillas, los caballos combinan movilidad y potencia de tal forma que los francos han ganado el dominio en los campos de batalla. En torno a estas monturas se han desarrollado armas especiales, como armaduras más pesadas, escudos con más metal, mandobles de filo más largo, lanzas de carga o mazas con cadenas.
La infantería sabe organizarse en torno a sus señores en muros de escudos y con frecuencia tienen acceso a corazas y cotas de malla, espadas y escudos tanto circulares como hexagonales reforzados en bronce o hierro. También son conocidos por el uso de hachas ligeras que saben arrojar con precisión, las llamadas hachas franciscas. Algunos francos entrenan amphicyones o perros para la guerra y los cubren con corazas.
En el mar
Los francos, aunque Merovic sostenía descender de una deidad marina, tienen poco contacto con los océanos.
Posibilidades de aventura
El precario equilibrio político de Frankia convierte el territorio en una zona ideal de aventuras que incluyan la guerra y las intrigas de la corte: aunque los monarcas francos no son tan refinados como los de otras culturas, en los salones de sus poblados amurallados se pueden encontrar los mismos mentideros y puñales en las sombras. Los vínculos familiares, los matrimonios, las herencias y las pasajes a la edad adulta son ocasiones ideales para perturbar el equilibrio entre las familias. Una victoria en el campo de batalla puede convertirse en un desastre si no se hacen los brindis adecuados en el banquete posterior.
Los francos sirven, además, con frecuencia, a los reinos meridionales tanto frente a otras tribus germánicas como contra los celtas. Estos pactos y vasallajes constituyen ocasiones perfectas para poner en relación a culturas dispares y, además, bien jugados, pueden ser el paso a la riqueza y la prosperidad. La propia Frankia se ha formado a partir de tierras cedidas como agradecimiento por acción militares. Los galos, además, parecen no ser capaces ahora de hacer frente a la caballería pesada franca. Algunos líderes de guerra opinan que es el momento de una confrontación abierta... aunque esta pudiera dejar vulnerable frente a tribus que todavía moran en los bosques y anhelan las riquezas de sus primos. Un líder carismático podría intentar unificar a todas estas tribus, quizás incluso conseguirlo.
Finalmente, por sí mismo Frankonia es un territorio rico en fauna y una tierra de paso no tan inhóspita entre los reinos del sur y las rutas del ámbar del norte. Quizás algunos comerciantes quieran establecer alguna ruta que cruce sus territorios negociando con los caudillos locales y marcando nuevas sendas por la floresta.
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