Misión cumplida

Calli, calli. Que yo acabo de desatascar el desagüe de la ducha porque no me molaba ducharme con el agua por las rodillas. Me puse ahí con una toallita Pato, de esas desinfectantes y con la ayuda de un palillo fui deshaciendo la maraña y tirando. Bueno, un cristo. Empecé sacando los primero pelos y dije, bueno, parece que no hay tantos, pero empecé a rebuscar un poco más al fondo con el palillo atravesado por la toallita (para evitar cualquier tipo de contacto) y ya pude ver algunos mogollos de pelo más, pero me vino el olor de toda la cañería y ahí empezaron las arcadas. Aproveché para tirar unos pocos pelos al váter, volví allí, pero esta vez rompí el palillo para hacer gancho y ahí sí que vino lo peor, una de las cosas que más asco me han dado, adentrándose en el top 5 de las cosas más asquerosas de mi vida, cuando tiré se deslizó a través del desagüe una maraña de pelo y corridas. Para que os hagáis una idea de las dimensiones de aquel ente, es como si en una olla de espaguetis metéis un tenedor y enroscáis, pues el tamaño sería semejante. Por Dios, lo tuve que alejar de mí por miedo a que me mordiera; he visto ratas con menos pelo y consistencia. Finalmente lo deposité en el váter con una sonora arcada pero extrayendo una gran moraleja: no se debe limpiar el desagüe de la ducha cada 3 años y evitar, en la medida de lo posible, las pajas ibídem.