Hay que entender el contexto general de una broma. Es un equilibrio complejo de varias circunstancias, de lenguaje verbal, no verbal, de cosas que se sobreentienden. Obviamente no es lo mismo que un nazi bromee sobre judíos a que lo haga un judío.
No es lo mismo que un camisa vieja se meta con la dirección de Falange con un lenguaje muy fuerte a que lo haga un socialista en el parlamento, que ipso facto aparecería tirado en una cuneta muerto. Claro que tampoco el primero, si se pasa de purista y de obrero se le deja ir tranquilo
Lo que dices puede ser así para ciertos movimientos, pero no para el sionismo.
Dieudonné era de izquierdas, antirracista y demócrata a tope, de nazi nada (es más, ni siquiera es blanco); pero al sionismo le da igual. Roger Garaudy era un comunista antinazi posteriormente convertido al islam, pero por negar el holocausto en un libro ha sido condenado por "negación de crímenes contra la humanidad" e "incitación al odio racial"... Al sionismo no le importa el mensajero sino el mensaje. Todo aquel que diga algo contrario a sus planes será perseguido.
Hay que entender el contexto general de una broma. Es un equilibrio complejo de varias circunstancias, de lenguaje verbal, no verbal, de cosas que se sobreentienden. Obviamente no es lo mismo que un nazi bromee sobre judíos a que lo haga un judío.
No es lo mismo que un camisa vieja se meta con la dirección de Falange con un lenguaje muy fuerte a que lo haga un socialista en el parlamento, que ipso facto aparecería tirado en una cuneta muerto. Claro que tampoco el primero, si se pasa de purista y de obrero se le deja ir tranquilo