ya, pero esque ya te digo, la razon es que existe el posible error de torturar a un inocente y además que la información que puedes sacar nadie te garantiza que sea verdadera o completa. es un metodo muy cutre que solo sirve para satisfacer el deseo de venganza o el simple sadismo.
Y si no existe el posible error de que un culpable quede impune. Lo siento pero la vida es como un equilibrista sobre la cuerda, como decía Nieztsche. Es peligroso caminar, peligroso retroceder, peligroso quedarse quieto, peligroso mirar arriba y peligroso mirar abajo. Lo único seguro es saltar al vacío y no parece muy buena idea.
Nuestro sistema se basa en el convencimiento moral de que es preferible soltar a un culpable que castigar a un inocente.
Sí, hay criminales que ocultan aquello que puede incriminarles, pero la alternativa es castigar de un modo inhumano (o al menos, de un modo que nuestras leyes califican como inhumano) sin juicio previo.
En la mayoría de casos en los que sugieres utilizar la tortura yo creo que es innecesaria. Se puede castigar la no colaboración con la Justicia, declarar imprescriptible el asesinato, o incluso establecer penas indefinidas para determinados delitos (que, por ejemplo. Roldán no saliese a la calle hasta que confesase donde está el botín).
El único caso en donde no pueden plantearse alternativas es en el caso extremo en que la confesión a tiempo puede salvar vidas (el supuesto peliculero de terrorista que no confiesa donde está la bomba). En los demás, hay alternativas cambiando las penas y el proceso... y sobre todo, dotando de más medios a la Justicia y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Parece que el discurso de la derecha mas cavernaria va calando en la sociedad y los que antaño alzaban su voz contra las torturas y asesinatos de ETA, ahora piden que el estado asuma sus funciones para garantizar una seguridad que no han perdido si bien les han hecho creer lo contrario.
El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de bienes, la virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de miseria - Winston Churchill.