El paseo nocturno
Ellos vendrán esta noche, lo sé pues nunca faltan a la cita. Salen de los espejos que hay en todas las paredes de este enorme lugar y se dirigen a mi recámara. Ahí no me dicen nada y no responden a mis preguntas.
Durante el día me la paso pensando y nunca me puedo explicar la razón por la que sigo viviendo en éste enorme castillo medieval. Tampoco me doy la más mínima idea sobre quienes son ellos, que hacen aquí o quien los manda a visitarme.
Sólo sé que salen de los espejos a medianoche todos los días, físicamente son idénticos a mi y sin embargo NO SON YO.
Siempre me arrancan de mis sueños y me atan las manos, me vendan los ojos y me llevan caminando hasta un extraño claro del bosque. Allí me destapan los ojos y aunque el espectáculo que contemplo siempre es el mismo, jamás podré acostumbrarme a él porque cada vez podría ser la última. Incendiadas por una azulada luz mortecina, hay cientos de lápidas con mi nombre grabado en ese enorme cementerio donde me encuentro con esos misteriosos espectros. Uno de ellos, al parecer el jefe de ese clan comienza a decir algo que no entiendo y todos empiezan a reirse de mí, pero lo peor es que siempre hay una fosa recién abierta en donde me arrojan por más esfuerzos que haga por escapar de ellos.
Al caer dentro de aquella odiosa cavidad sería una bendición del cielo que simplemente me enterrarán pero no, mis crueles verdugos arrojan sobre mí una infinidad de cuerpecitos rojos que se mueven enfurecidos a mi alrededor. ¡Y si hay algo que más aborrezco en éste mundo son a las malditas cucarachas!.
Es apenas un instante pues, casí de inmediato quedo totalmente cubierto y asfixiado por esas repugnantes criaturas y pierdo toda conciencia de la realidad, ¡pero es infernal ese instante!. Ni a quien más odiase le desearía una suerte parecida.
Por alguna razón incomprensible no muero en esa fosa, sino que despierto de nuevo dentro del castillo y mientras recobró la lucidez de mis sentidos, veo como ellos se vuelven a meter dentro de los espejos y se van perdiendo poco a poco en su fría inmensidad.
Cuando me restablezco por completo busco en el armario una de mis velas azules y la enciendo en medio de la oscura madrugada. Perdido en la contemplación de esa pequeña luz que caprichosamente se mueve sin cesar; espero el amanecer y al estar despierto siento un poco de paz en mi corazón.
Todos los días al salir el sol salgo a caminar por los alrededores del castillo con la esperanza de encontrar ese sitio que es tan terrible por las noches, pero solo encuentro hermosos jardines cubiertos por una gran variedad de flores.
Siempre he querido huir, pero cuando empieza a anochecer un poderoso imán me arrastra de nuevo al sufrimiento. ¿Quién decide mis pasos? ¿Porqué no puedo desobedecer esa orden aunque quiera hacerlo?
Así cómo la llama de una vela se defiende contra una ráfaga de viento, así se defiende mi espíritu contra su destino: encontrarme todas las noches con esos extraños seres.
T: El paseo nocturno
es del género Terror, pero en donde lo especifíco
Puedes editar el relato y ponerle la inicial (T) junto al título. Gracias.
¡Hola Sergio!
Me gustó, aunque yo profundizaría en lo repugnante de los gusanos y la insoportable "vida" del protagonista, porque, ¿se trata de un cádaver, no? Es lo que yo entendí. Está bueno .
Si quieres, puedes darte una vuelta por mi relato ciencia—ficción
http://www.ociozero.com/foro/17727/cf-la-rebelion-de-los-grises
¡Suerte en el concurso!
Hola,necesito que especifiques a qué categoria pertenece tu relato. Gracias.