Diario de un ghost, relato GI

Aqui voy a poner este ralto, que voy a intentar mejorar en lo qu pueda y de paso, a ver si un dia lo acabo.

Diario de un ghost

Capitulo uno.

Era un día monótono en la sala de reuniones del grupo de ghost de la cruzada en el Transportador* Ohcta, hacia mas de 6 meses que no veían la luz de ningún sol, los 5 primeros los habían pasado en una nave de transporte y el otro esperándose en el ultimo planeta del sistema rebelde Khoen donde el frío era lacerante y el sol no era más que un simple brillo en el cielo, parecido a una estrella.

Esa mañana me había despertado temprano y había ido a la sala de practicas de tiro par tranquilizarse, tenia una extraña sensación de que las cosas iban a cambiar pronto y en su larga carrera, esa sensación le había advertido de muchas cosas, como del komando orko que estuvo a punto de cortarme una pierna cuando estaba en posición para eliminar al kaudillo de un pequeño Wahhgg, por suerte un komando orko no es lo mas sigiloso del mundo que se pueda decir, y tuve tiempo de sacar la pistola bólter con silenciador y pegarle un par de tiros en la cara antes de que se diera cuenta.

La misión en ese planeta era hacerle ver de forma amable que ``el Imperio es el único lugar para un humano´´, y una mierda, con tanta amabilidad habían movilizado un regimiento entero de las FRR de Iber, un escuadrón entero de francotiradores ghost y un Transportador, la amabilidad de el Administratum no tiene precio.

Ahora entraba el capitán del regimiento, Marlow, nos levantamos y saludamos y luego a saber nuestra misión. Después de la charla informativa, ya sabíamos todo lo que necesitábamos de inteligencia. Hoy tocaba emboscada.

• Transportador: nave con el rol de base voladora móvil, su estructura es la de un pequeño crucero, con una pista de aterrizaje el la parte superior, como un portanaves, desde la que puede operar una parte de un regimiento de la Guardia Imperial, desde el se puede desplegar fuego pesado desde sus torretas o desplegar naves de combate y/o desembarco.

Capitulo dos:

Estábamos preparando el equipo para la misión, todos los miembros del grupo estaban revisando su precisa herramienta de muerte, unos habían desmontado el arma y la engrasaban con mimo, otros limpiaban la lente de sus mirillas y probaban que todos los filtros funcionaras bien. Yo después de limpiar mi rifle de francotirador fui a la armería a recoger munición con dos exploradores más, Keye y Munk, al llegar el armero jefe nos recibió con una amplia sonrisa detrás de un mostrador donde estaba revisando el mecanismo de un bólter pesado, como si fuera un tendedero en su tienda de barrio, cogimos unos seis cargadores por barba y cuando los demás se fueron, me quede con el armero, el y yo sabíamos porque.

• Aquí tengo tu encargo especial, llego a ser de los Mechanicus y te tendría que matar por eso (se rió)

• Ya lo se pero como no lo eres y eres un buen amigo me haces este favor,( lo decía mientras hacia una cómica reverencia).

• Bueno aquí tienes, 5 cargadores de bolter y los silenciadores para tu pequeña maravilla..

• Ya sabes que no me gusta que ese nombre parece que dispare con un tirachinas a los enemigos,( le dije en tono irónico).

• Ya lo se pero me gusta escuchar tus respuestas, a veces pareces más un hombre de letras que un soldado, como iba diciendo aquí tienes cinco cargadores de munición bólter con carga explosiva para tu preciosidad de pistola.

• Perfecto, entonces ya no te entretengo más, que tendrás faena con el equipo de las demás escuadras.

• Recuerda que te quiero entero, no tengo ganas de soportar a ningún recién ascendido y sus opiniones de cómo tendrían que ser el armamento según sus estirados criterios de academia.

• Ya sabes que yo nunca haria eso, (ríen)

• Suerte, dijo sabiendo que quizás era la ultima vez que veía a su amigo.

• Gracias, y me marche de la sala con dirección al hangar de carga.

Después de ver a mi viejo amigo fuimos todos los ghost al hangar número 7, para subir a bordo de una nave de desembarco Wyrm* rumbo a una extensa planicie de hielo en el ecuador del planeta, a unos 40 kilómetros de la zona designada para la emboscada.

El viaje a la superficie transcurrió sin incidentes si no contamos con el frió del exterior que casi hiela el motor de la nave por el cambio brusco de temperatura. La gran planicie de hielo que nos rodeaba se extendía plácidamente en todas las direcciones, haciendo un paisaje muy homogéneo de blanco y azul, adaptamos nuestros trajes al entorno y nos concentramos en cambiar el color de la pigmentación de nuestra piel para que fuera el mejor camuflaje posible y subimos en el vehículo de exploración que la nave había dejado junto a nosotros para que llegáramos al objetivo.

Viajamos en un Lynx* durante media hora hasta llegar al punto de la emboscada, una zona montañosa con un único paso por el centro. Teníamos que coger las mejores posiciones y esperar. Yo me instale detrás de una roca congelada a la altura de la mitad del paso, los demás cogieron puestos des de donde yo me encontraba hasta el principio del desfiladero por la parte norte, por donde llegarían los soldados de las FDP traidoras.

La misión consistía en eliminar un pequeño convoy de provisiones para una base aislada.

Al cabo de dos horas de espera se veían las primeras muestras del convoy por una mancha gris en medio de la blancura del entorno, estaba formado por dos camiones y dos sentinels, seria fácil si mi cuerpo aun reaccionaba después del largo rato quietos y entumecidos.

Como jefe de escuadra tenia el derecho a comenzar la fiesta y así lo hice, apunte a la cabeza del piloto del sentinel, era un joven de no más de veinte años, pelirrojo, que nunca más vería otro amanecer, aguante la respiración y dispare. Su cabeza reventó como un melón maduro y el sentinel se detuvo suavemente delante del convoy, los demás pararon desconcertadamente, no sabían lo que se les venia encima. Luego comenzó la tormenta infernal. Desde otra posición abatieron al segundo piloto, pero esa vez si se dieron cuenta del disparo y de los camiones salieron diez soldados armados con rifles automáticos disparando a lo loco contra las paredes. Era fácil abatirlos, estaban quietos al lado del camión y caían fácilmente, lo único que no esperábamos era que uno de ellos ocupara el sentinel de detrás y comenzara a disparar con el cañón láser.

Después de eso toda la misión se fue al traste, el cabrón cerro las compuertas haciendo que el blanco fuera difícil y sus disparos eran algo a tener en cuenta.

-Capitán ¿que hacemos?, me preguntaban por radio.

-Vigilar que no os descubra, ese trasto tendrá algún tipo de detector.

-Si señor, respondieron todos al unísono.

Pero en ese momento el sentinel disparo contra la pared en que estaba, provocando una avalancha de rocas, hielo y nieve, yo puede escaparme por los pelos.

-¿Todos bien?, pregunte nerviosamente, sabia que cerca de mi había dos ghosts más.

-Señor ese cabronazo se ha cargado a Yriek y a Zhenid!!

- Rápido eliminad a ese mamón!!, tenemos que buscarles, puede que aun estén vivos, decía mientras ponía otro cargador en el rifle y apuntaba a las aberturas del bípode.

El rebelde se había llevado a dos de mis hombres, como no traíamos munición AP ni bombas de fusión, comenzamos a disparar a las células de energía y a las ventanillas del vehículo, hasta que con un certero disparo de Munk reventó toda la cabina dejando las dos patas aun de pie.

El paisaje era dantesco, los tres primeros vehículos estaban parados, con el motor aun en marcha, el ultimo esparcido por una área bastante grande y todo adornado con una alfombra de cadáveres y sangre teñida de rojo, fuimos hasta la posición de la avalancha, era demasiado tarde.

Después de acabar de recuperar los cadáveres de nuestros compañeros, retiramos del desfiladero los dos camiones y el sentinel y los escondimos en una cueva del exterior de la montaña de hielo, caídos y enterramos en nieve los restos del sentinel reventado y de los miembros de las FDP, al menos habían sido tan inútiles de no llamar refuerzos, por lo que la base caería, eso seria la venganza de los ghost.

Nos montamos en el lynx y fuimos a la zona de evacuación, ahí activamos la baliza de llamada y al cabo de dos horas vino la lanzadera. Preguntamos porque había tardado tanto, la respuesta fue que habían atacado al Transportador, una osadía como esa, era de admirar, no todo el mundo se enfrenta a un coloso metálico, aunque un ataque suicida como ese tendría que tener una explicación más certera que la de los nervios crispados que narraba el piloto.

*Wyrm: nave de desembarco, suficientemente grande como para llevar pequeños vehículos en su interior.

*Lynx: pequeño vehículo de exploración, como un jeep.