Primera parte: www.youtube.com/watch
Segunda parte: www.youtube.com/watch
A ver qué opinan nuestros expertos en economía.
Animación curiosa hecha sobre un discurso de Dan Pink.
21/06/2010 - 11:14
#3
Muy interesante, Dreadful. Había oído algunas de estas teorías, pero la exposición así general es todavía más impactante. Yo creo que todo esto remite a un problema filosófico de la sociedad en general, y es que el capitalismo crudo (esa aparentemente mágica ecuación de consumir y desear) no funciona realmente.
Creo que se está generando un gran vacío de insatisfacción, como una segunda ola de decepción del American Dream.
23/06/2010 - 13:07
#4
El tema es que los incentivos monetarios a veces tienen un éxito limitado.
Siempre se ha dicho de los oficios más creativos. El verdadero artista (no hablo de personajes elaborados por el marketing para las masas) no trabaja por dinero. Éste sólo le motiva en cuanto a que le permite no tener que dedicar su tiempo a los problemas económicos y obligándole a trabajar a tiempo parcial por ejemplo.
Artistas aparte, me parece que hay otra profesión donde tiene mucho interés y es la política. Escucho por la radio que bajar los salarios de los políticos puede significar mayor mediocridad. Un político llegaba a afirmar que así "sólo los analfabetos se meterán en política". ¿Realmente es cierto? ¿La política no es por naturaleza un oficio no creativo? ¿No es posible atraer a gente capaz a este mundillo con el incentivo de la creación y el servicio público?
23/06/2010 - 16:47
#5
Comparto esa impresión, Solharis. Siempre he tenido la esperanza de que si se quitara el incentivo económico, la política mejoraría. El problema quizás radique en que la política puede dar beneficios económicos indirectos, y eso es algo que inquieta -creo- más que otra cosa. Es como cuando dicen que los inspectores de hacienda tienen que estar bien pagados para que no se les corrompa.
23/06/2010 - 17:45
#6
Soy contrario a los que argumentan que el dinero puede servir en política como atractivo para los mejores o para no corromperse. Por el contrario me parece que menos dinero atraería a la gente con mayor vocación pública. Hay demasiados abogados y empresarios en el mundillo político. Un profesor universitario, por ejemplo, no creo que gane tanto en la universidad como para que no le tiente un cargo político.
23/06/2010 - 20:11
#7
Deformación profesional: para mí, está hablando de algo que ya estaba señalando Foucault. Os recomiendo todas sus obras, pero en este tema, Nacimiento de la Biopolítica y Seguridad, territorio, población. No lo desarrolla a partir de cientifismos de laboratorio, de los cuales desconfía (y yo también), sino a partir de los discursos existentes. La gobernabilidad, el razonamiento sobre el modo de gobernar, la reflexión acerca del mejor gobierno, ha ido cambiando en los últimos siglos.
Descubre que hace 2 siglos nació para el poder político eso que llamamos población. Con una naturaleza propia, y eso produjo descubrimientos en otros campos, por ejemplo la economía política. Produjo también el deseo de conocer ese objeto: ciencias sociales. El gobierno además se comenzó a encargar de la vida de las personas, no de súbditos, sino de sujetos que forman parte de una población con unas necesidades, nacen, se reproducen, comen, etc. No sólo matar o prohibir algo al que se salga de la línea, sino procurar gobernar sobre sus vidas. Y no sólo eso, el liberalismo como crítica política. No como ideología, sino la crítica constante y mutable al Estado. Gobierna demasiado, siempre. ¿Cómo se debe gobernar? En lugar de a palos -gremios, multas, restricciones, antiguo regimen, mercantilismo-, o en este caso con incentivo puro, se debe hacer contando con el gobernado. Obviamente no es el mismo modelo el del XVIII o XIX que hoy, pero la tendencia que vamos viendo es esa.
Y para eso hay también que desarrollar otros muchos poderes laterales (familia, padres, escuela, maestros, jefes, etc etc) que no son 'el poder' o 'el Estado' pero sin los cuales el Estado como expresión externa no funcionaría. Pues el Estado no es un ente autónomo, una fuente de poder eterna, está inserto en nuestras cabezas, está en cada institución estatal, está repartido infinitesimalmente por doquier. Y a la vez en ningún lado. Con ese poder sobre todos los cuerpos, creo que es como se puede gobernar contando con el gobernado. Con eso y con vigilancia perpetua.
Ese video que puede parecer cachondo y hasta cierto punto apoyando las teorías más antiguas del socialismo contra el trabajo asalariado y la alienación, en realidad puede ser tomado como una perfección del gobierno de las personas, del poder, desde el conocimiento que generan las ciencias sociales. Te están diciendo, empresario, padre, etc etc, mira esto, mejorará tu bolsillo.
Economía conductual o también llamada psicoeconomía porque supone la aplicación de métodos psicológicos a la Economía. Existe una escuela todavía más radical, la llamada neuroeconomía, que se centra en el cerebro y su influencia en las decisiones económicas.
A Dan Pink no le conocía pero sí a Dan Arialy. Cuando empiezas la carrera te explican una serie de supuestos lógicos sobre el comportamiento económico y asumes que todo es muy razonable. Esta gente rompe esos supuestos. Yo mismo recuerdo haber discutido en clase sobre esto y realmente son un problema porque esos supuestos no se cumplen. El comportamiento no es exactamente racional. Aunque yo opté por el tema de las dietas, donde encuentras tropecientas conductas irracionales
Ejemplo:
Se supone que los individuos maximizamos utilidad al consumir y que esa utilidad es sensible a los cambios pequeños. Pero un ejemplo muy conocido que contradice este supuesto es el de la tarta en el frigorífico. Por la noche te despiertas y te comes un cachito porque un cachito no significa nada. Después te comes otro cachito y otro y otro... Y entonces sólo queda un pedazo de tarta pero, total, ya te has comido la mayor parte, así que el daño está hecho y te comes lo que queda
Lo racional sería no pensar en cachitos lo suficientemente pequeños para que no importe cada uno de ellos por sí mismo sino en la cantidad total de tarta comida.