Señores, suplico auxilio.
He adquirido el original del GTA 4.
Mi portátil cumple los requisitos mínimos y casi los recomendados (por la mínima, el procesador 2,5 Ghz contra 2,24 Ghz míos).
Lo instalo, me registro en el club este y cuando ejecuto el el juego empiezan los créditos y se cierra la ventana automáticamente por error ("GTA 4 dejó de funcionar").
Me bajo el último parche, el que salío en Junio de este año, 1.0.04. Actualizo una serie de historias que no sé ni qué son, como Games Live o algo por el estilo, el service pack de windows y demás chorradas. Lo único, que no sé como actualizar los controladores de la NVIDIA G Force 9400 que tengo (a ver si me podéis echar una mano en este sentido). Quiero decir, me meto en la página de actualización de NVIDIA pero no sé elegir las opciones porque desconozco el tipo de tarjeta que es, no sé elegir los campos que te ponen, soy así de inútil, qué le vamos a hacer...
Vuelvo a ejecutar el juego y esta vez parece que arranca, pero después de los créditos y el logo me sale este mensaje con la pantalla en negro "Cambiando idioma. Espera..." y se queda ahí. No avanza. He estado del orden de unos 20 minutos esperando, lo he reintentado varias veces, pero no hay manera. Se me queda en esa pantalla.
Dime qué puedo "haaaaseeeerr"...
Para actualizar la tarjeta entras en NVIDIA.es, pasas el ratón por encima de CONTROLADORES, y el submenú pinchas en Descargar Controladores.
Hecho esto, elijes:
Tipo de producto: GeForce
Serie del Producto: GeForce 9 Series
Sistema Operativo: (el que tengas)
Idioma: Español
Y le das a buscar. Y ya está, lo instalas de forma normal (igual se peta a media instalación, es por problemas con Microsoft, tú ni caso, lo dejas instalando hasta que tire bien) y al final te pedirá reiniciar. Reinicias y ya está.
De todas formas, con la 9400 no sé si te irá bien ese juego. La 9400 es una gama baja, y el juego está FATALMENTE optimizado... Prube a instalar drivers de la tarjeta, y si no va, seguramente sea cosa del juego.
Este mundo no está creado por fuerzas metafísicas. No es Dios quien secuestra a los niños. No es la fatalidad la que asesina ni el destino el que los echa a los perros. Somos nosotros. Sólo nosotros.