No oía los bocinazos y estuvo a punto de ser atropellado por un Mustang a toda velocidad, cuyo conductor patinó y se subió al bordillo antes de recobrar el control y dar un volantazo.
De Clase nocturna, de Piccirilli.
Me ha hecho tanta gracia la frase porque se entiende perfectamente lo que quiere decir, pero hay un caos absoluto en la exposición y la concordancia.
No es que le fueran a atropellar a toda velocidad, sino que le iba a atropellar un Mustang que iba a toda velocidad.
No es el conductor el que patinó, sino el Mustang (a no ser que el tipo fuera patinando por fuera del coche y, hop, saltara a su interior después de subirse al bordillo).
No es que recobrara el control y diera un volantazo. Al menos, no en ese orden.
Demonios, a veces tengo la impresión de que nos hemos olvidado de la gramática por completo
¿Y esto a qué lo achacamos? ¿A un mal traductor o a un editor despistado? Siempre me pierdo en qué compete a quién.