La elegante y sofisticada América de los 50
Reseña del cómic Julieta Jones, de Stan Drake y Elliot Caplin, publicado por Panini Comics
A los amantes de la ilustración americana de la posguerra no se les puede pasar por alto una de las últimas propuestas de Panini Comics: la edición en tapas duras de las tiras diarias -del 9 de marzo de 1953 al 13 de agosto de 1955- de Julieta Jones, personaje creado por Stan Drake y Elliot Caplin que merece que se le haga justicia, ya que ha pasado con más pena que gloria entre el público español.
Nacida en 1953 con el título de The Heart of Juliet Jones (El corazón de Juliet Jones), no se publicó en nuestro país hasta 1959, cuando Editorial Dólar la lanzó en formato de bolsillo o “novela gráfica”. En 1975 , esta vez como Juliet Jones, Ediciones Maisal la trajo a los quioscos españoles en una colección de nueve números. Ediciones Druida la publicó con el título de Julieta y Eva Jones en cinco números de la colección Chicas audaces, en 1982. Finalmente, Ediciones Eseuve publicó entre 1989 y 1992, en diez tomos, las tiras aparecidas en los periódicos estadounidenses de 1953, en esta ocasión sin manipulaciones. Casi veinte años después, Julieta Jones vuelve al mercado español en una reedición completa y cuidada de todas las tiras diarias de Caplin y Drake.
Esta edición de Panini mantiene la españolización del nombre de las protagonistas para hacerlas reconocibles a los “viejos” lectores españoles. A los nuevos lectores habrá que advertirles que esta saga es, en sentido estricto, un “culebrón”, aunque trate de profundizar en la psicología de los personajes y en algunas problemáticas sociales, todo bajo el prisma de la época en que se creó.
La tira cuenta con una doble dosis de atractivo femenino: dos hermanas opuestas y cautivadoras como protagonistas. Julieta, inspirada en la Melania Wilks de Lo que el viento se llevó, es una mujer de buen corazón; y Eva, inspirada en Scarlett O´Hara, es una atractiva muchacha, vanidosa y malcriada, pero imposible de odiar. Ambas viven con su padre, que es viudo, y mientras que Eva representa el cambio, Julieta encarna todo lo bueno que tienen las raíces. Las penurias económicas de la familia Jones son un tema recurrente en las tiras, así como los devaneos amorosos de las protagonistas; otros personajes secundarios también cobran relevancia durante periodos determinados. Visualmente muy seductora y con un atractivo reparto, Julieta Jones te traslada a la América de mediados del siglo XX en todo su apogeo.
A la excelente labor del guionista Elliot Caplin se une la energía estética del gran Stan Drake, un dibujante de prensa formado en publicidad que, siguiendo la estela marcada por John Cullen Murphy -Big Ben Bolt, 1950- y por Dan Barry -Flash Gordon, 1951-, da un paso más y reinterpreta las esencias de Alex Raymond -Rip Kirby, 1946-. Drake nunca pretendió ser innovador, sino que consideraba su creación como un ejemplo de lo elegante y sofisticada que se había vuelto la ilustración americana en la postguerra: el estilo cool school neoyorkino, promovido por dibujantes como Alan Parker, John Whitcomb y Coby Whitmore. Al parecer, Drake era partidario de calcar fotografías y atribuía parte de su talento a este ejercicio.
Julieta Jones, que llegó a publicarse en 600 periódicos diferentes a finales de los años 50, puede disfrutarse ahora íntegra y en formato de tapa dura. Muy recomendable para leer a pequeñas dosis, disfrutando de los dibujos y dejándose sorprender por la brillantez de la estructura dramática, que mantiene la atención en todo momento.
La información técnica está extraída de los prólogos de Antoni Guiral y Armando Mendez.
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