Gema del Prado Marugán y Miguel Martín Cruz – Maldita mi ciudad

Vienen en pareja, incautos, a someterse al Séptimo Grado, pero eso no rebajará el voltaje. ¡Ese se transmite íntegro!

Gema del Prado Marugán y Miguel Martín Cruz son viejos conocidos de los concursos de género fantástico: ganaron el de H-Horror, se han hecho un hueco, juntos y por separado, en los Calabazas en el Trastero, el Amanecer Pulp, Historias Asombrosas, Fanter Film Festival, Ovelles Electriques, Cryptshow, Aullidos.com y tantos otros que llevaría horas enumerarlos. Les gustan las revistas, les gusta trabajar juntos y tenían material para sacar varias antologías en solitario. ¿En solitario? Propiamente, no. Quizás por el miedo escénico, tal vez por el unión hace la fuerza, han decidido arrancar con una a cuatro manos: Maldita mi ciudad.

Una que, además, está dedicada a Madrid, esa ciudad que provoca escalofríos a propios y ajenos, sobre todo a determinadas horas o en determinados vehículos. ¿Por qué a ella? ¿Por qué a pachas? Es algo que, espero, descubriréis en esta entrevista. Si no, habrá que regular el voltaje.

Definid Maldita mi ciudad en siete palabras.

Miguel: Un Madrid fantástico, apocalíptico, macabro, cínico. Hermoso.

Gema: Un particular homenaje a las pequeñas cosas.

¿Qué error cometisteis en este proyecto que no volveréis a repetir?

Miguel: Escribir la contraportada a modo de guía de viajes. No han sido pocos los que han creído que se trata realmente de un libro de rutas por la ciudad.

Gema: ¡Ja,ja,ja! Es verdad. Ya van unas cuantas preguntas sobre lo mismo. En serio. Es nuestra primera criatura. Y es terriblemente imperfecta, a la par que encantadora.

¿Cuál es el logro de cuantos encierra del que estáis más orgullosos?

Miguel: Creo que la mezcolanza de géneros, tonos y extensiones le da un toque único al libro. También que el lector no esté seguro de qué ha escrito Gema y qué un servidor.

Gema: ¡Los lugares comunes y el surrealismo! Como lectores disfrutamos de esas historias cotidianas que trascienden a lo fantástico y lo terrorífico, pero también del entretenimiento puro y duro, aunque se trate de serie Z casposa y horrenda. Sería todo un lujo poder contagiar con esas sensaciones a quien decida asomarse a las páginas de Maldita mi ciudad.

¿A qué público le va a encantar?

Miguel: A quien viaja hasta Edimburgo para visitar los lugares por donde pasea el inspector Rebus, quien rebusca en Nueva York para identificar cientos de escenarios de películas míticas o quien busca todas las referencias al Neverwhere de Neil Gaiman por buena parte de Londres. (¿Qué? ¿Qué esto solo lo hacen los frikis más ociosos? Maldita sea…)

Gema: A todos los que en alguna ocasión hayan construido teorías tremebundas a partir de la observación de detalles discretos y sin conexión aparente.

¿Y quién no se acercará a él ni con un palo?

Miguel: Quien huya del relato corto y de los autores nóveles. Que no son pocos.

Gema: ¡Mucha gente, claro! Por ahora solo se me ocurren aquellos que nunca leen. Habría que esperar a tener datos fiables sobre las reacciones generadas tras la lectura del libro.

¿Alguien se os echará al cuello?

Miguel: Apuesto por las fans histéricas que generará la antología a corto-medio plazo. O a quien crea a pies juntillas en el prólogo del amigo Crocop: el maldito genera unas expectativas del copón.

Gema: Caramba, espero que no sea tan grave.

¿Pensáis volver a trabajar en algo así o con esto ya cerráis etapa?

Miguel: De hecho hemos vuelto a engañar al señor Patapalo para que nos publique una antología de relatos para final de año, en esta ocasión una recopilación de aventuras del detective Solo.

Gema: ¿Y dejar nuestros cuentos? ¡Jamás! Si ni siquiera hemos empezado la etapa…