Cruzando juegos de rol

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Algunas reflexiones sobre el interés de cruzar ambientaciones y las repercusiones que pueden tener en una partida.

Hace años, cuando mi saga de Stormbringer estaba ya muy rodada y los personajes se habían vuelto muy poderosos, decidí explotar algunas de las infinitas posibilidades que ofrece la ambientación de Michael Moorcock: el multiuniverso.

 

Cualquiera que conozca las historias del príncipe albino habrá pensado en alguna ocasión hacer uso del potencial que encierra llevar a sus personajes a otra dimensión totalmente distinta. El colorido y la emoción que conlleva enfrentar a los jugadores a lo desconocido crece en varios órdenes. Toda la soberbia intrínseca a los personajes más veteranos se esfumará por un momento: la precaución y la cautela volverán a la mesa. Un experimentado ladrón vilmiriano sudará tinta frente a una cerradura del siglo XX, y un poderoso esmirita cargado de demonios tal vez se plantee la retirada cuando las leyes de la física fallan a su alrededor.

 

Y fue éste el motivo, en parte, que me llevó a experimentar con escenarios extraños a los Reinos Jóvenes en una saga en la que permití a los jugadores interpretar melniboneses, por aquello de que se sintieran más tranquilos y poderosos. El experimento no salió mal, pero me di cuenta de que había un potencial mucho más grande, especialmente para juegos de rol más interpretativos que el Stormbringer.

 

Así, finalmente, me decidí a llevar a cabo una partida de Piratas!! cuyo fondo ocultaba algo más que un galeón español en una bahía.

 

La idea era tomar un juego realista, en el que mis jugadores interpretaran personajes pragmáticos (como suele ser de su gusto) y plantearles una aventura aparentemente normal, pero que, en un momento dado, empezase a perderse por oscuros derroteros. De ese modo, el terror intrínseco a los acontecimientos sobrenaturales, en este caso demoníacos, ganaría peso en la trama, pues aparentemente no debería ser posible. Utilizando elementos más propios de otro juego (Aquelarre o Vampiro, por ej.) los jugadores se sentían más predispuestos a interpretar el miedo y la prevención sentidas por sus personajes ante elementos que hubieran sido tomados como nimios en otra ambientación.

 

De hecho, lo hicieron hasta tal punto que terminaron con el personaje principal del módulo en un ataque de desconfianza absoluta, pero esto es otro asunto.

 

El caso es que las ventajas, así como los inconvenientes, quedaron patentes de inmediato. Por un lado se ganaba en sorpresa, en intriga y en efectos especiales, animando el desarrollo normal de la partida. Asimismo, permitía experimentar con ambientaciones no tan ortodoxas como las que se suelen plantear. De este modo, comprobé que podía resultar interesante para grupos de jugadores deseosos de nuevas experiencias o hastiados de encontrar siempre lo mismo en sus partidas.

 

Por otro lado, si los jugadores están deseando jugar un tipo de ambientación y el master les cambia indiscriminadamente el escenario, puede que no se sientan felices a pesar de la sorpresa. Del mismo modo, aquellos jugadores amantes de las tiradas de dados y de las reglas estrictas pueden sentirse perdidos o incluso estafados si empiezan a cambiar muchas cosas en la partida y no las pueden individuar fácilmente sobre su ficha, por lo que el sistema de juego en estos casos debería ser elegido con mucho cuidado. También existe la posibilidad, aunque ésta no tiene por qué ser totalmente negativa, de que la confusión de los jugadores ante los inesperados giros de la trama les lleve a realizar acciones que no haya contemplado el master. Para los amantes del caos, de hecho, podría ser un aliciente.

 

A toro pasado, habiendo hecho algunos experimentos tanto de master como de jugador, creo que la idea tiene bastante potencial, aun suprimiendo el factor misterio. Quiero decir que una partida de James Bond que termine siendo descubriéndose simple trama de La llamada de Cthullu puede resultar tan entretenida como una de Stormbringer que desde el comienzo se decida mezclar con una de Star wars o de El señor de los anillos.

 

Las posibilidades son infinitas, aunque habrá juegos que se presten más fácilmente a las mezclas: nadie encontrará mucha dificultad en adaptar el Vampiro: La mascarada para jugar una partida ambientada en Pendragón. Tal vez, de hecho, las posibilidades más atrayentes vengan de los más inesperados. ¿Qué haría la rebelión si detrás del trono de Palpatine apareciese la tentacular testa de Chtullu? Por supuesto, siempre se debería mantener el buen gusto, pues ¿quién querría que apareciesen elfos en mitad del asalto a la flota de la plata?

 

Claro que si es Paranoia el juego de vuestros amores, ¿por qué no hacerlo?

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Samurai Benji
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Gracias por este artículo, me has dado unas cuantas ideas interesante de cara a mis próximas partidas.

 

p.d. Ains...Paranoia, paranoia, el juego de mis amores y de mis desdichas...qué contradicción xDD

- Los libros antiguos son los libros de la juventud del mundo, y los nuevos son el fruto de su tiempo. -

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Capitán Canalla
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Un amigo mio dirige desde hace ya varios años una campaá muy buena de D&D en el que aparte de los típicos adversarios orcos y ogros fue introduciendo poco a poco tramas entorno a los mitos de Cthulhu ¿el terrible gremio de asesinos de la ciudad X? un culto a Nyarlathopeth ¿los misteriosos hundimientos de los pueblos de la costa? producto del resurgir de R'yelh ¿la nueva y hermética religión que hace furor entre las clases altas de la nombrada ciudad X? Hastur el innombrable ¿aldeas de una remota región desaparecen y en su lugar una meseta extraña? la meseta de leng se ha materializado en este plano.

De hecho convirtió a Cthulhu en el mayor de los Azotamentes (detalle que me encantó siendo como soy fan de estas criaturas) ,hizo que Loth dejase de ser la diosa de los Drow para que ese puesto lo ocupase Tsathogghua (si, lo escrito de tiron) y dió un nombre secreto a la infraoscuridad, N'Kai (quien sepa algo de los Mitos lo entederá).

¿Resultado? Una campaña increible.

Creo que dentro de unas semanas mandaré al jefe un artículo sobre un mundo D20 cthulhuoso.

Que el mundo sea una selva no significa que debamos comportarnos como monos.

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Destripacuentos
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Pues bienvenido será, porque el tema tiene muy buena pinta tal y como lo planteas Felicitaciones al máster!

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Capitán Canalla
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Uf, está resultando chungo escribir. XD

Que el mundo sea una selva no significa que debamos comportarnos como monos.

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