La instantánea de Andy Diggle
Reseña de Snapshot, su cómic ilustrado por Jock y publicado por Planeta DeAgostini
No resulta sorprendente en absoluto que La instantánea —Snapshot simplemente en el original— fuera concebido como un guión de largometraje. Todo en él, desde el planteamiento hasta el ritmo del desarrollo, apunta en esa dirección. Se trata de una obra muy visual, que arrastra y que impele al lector a continuar con la particular espiral de acción, sorpresas y misterios que va desenmarañando.
La premisa de base es tan sencilla como efectiva: ¿qué puede detonar el haber encontrado un teléfono móvil en cuya memoria se almacenan las fotografías de un asesinato? Un thriller, claro. Solo queda ver de qué pelaje. La elección de Andy Diggle pasa por explotar con mucha solvencia los primeros giros esperables de algo así —personaje algo inocente que se va viendo envuelto en crímenes, mafias, enredos, etc.— hasta llevarlos mucho más allá, hasta un terreno cuasi distópico que tiene mucho de reflexión social.
El primer tercio de la obra está resuelto con buen pulso, con profesionalidad, con la solvencia de quien se sabe mover en el medio, controlar el tempo, incluir la información entre líneas y ganarse la complicidad del lector. El último tercio es más bien peregrino, un algo que hay que descubrir por sí mismo y que no dejará indiferente. Las ideas de fondo son más que interesantes y, desde luego, sorprenden por su planteamiento y su ejecución. Articulando a ambos hay una especie de limbo que puede que sea el punto flaco de la obra: mucha información demasiado comprimida que, seguramente, hubiera ganado enteros de tener algo más de espacio para desarrollarse. Eso sí, hubiera cambiado el ritmo y, por lo tanto, la naturaleza de La instantánea.
Porque La instantánea es sobre todo eso: ritmo. Es una obra muy contemporánea que transmite la adrenalina al lector, donde apenas queda espacio para la información y los interlocutores están sujetos a flashes de información que tienen que digerir como buenamente puedan, creyéndose lo que consideren oportuno, en un vistazo. Imagen. Un mundo compuesto de imagen.
Jock, el dibujante, ejerce de alquimista. De sus lápices sale la magia que permite fluir página a página, hipnotizados, hasta la traca y el desenlace final. Blanco y negro crudo lleno de dinamismo, con viñetas vertiginosas, personajes captados con la fuerza de una fotografía en los brillos, los detalles, los guiños. Si al guión se le pueden buscar las cosquillas, el apartado gráfico no cede un ápice a la presión y la narrativa visual es impecable.
Con estos mimbres, La instantánea es una breve novela gráfica, quizás un mediometraje fijado en páginas, trepidante y con unos planteamientos muy interesantes. La edición de Planeta DeAgostini, en tapa dura, la trae en el formato ideal para disfrutarla.
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