Cómo montar un conversion beamer pesado
Sin masilla, ni grandes desafíos ni habilidades: solo algunas piezas de desecho
Soy terriblemente caprichoso con el equipamiento de mis marines. Dado que los utilizo principalmente para las partidas de Cazatiránidos (la versión actualizada del Deep Level que colgué en tiempos en OcioJoven), me interesa que tengan armamento variado, tanto pesado como ligero, mucho donde elegir. Es por ello que desde el mismo momento en que descubrí por casualidad la existencia del conversion beamer projector se me metió en la coscorronera montar uno.
El caso es que no existe un arma “oficial”, un modo unívoco de representarlo. Si os dais una vuelta por Internet, veréis numerosos modelos que no tienen nada que ver unos con otros. Por lo visto, tuvo una aparición fugaz en una de las ampliaciones del Cruzada estelar y algunas otras por manuales, códex y libros varios. Esto deja algunas características más o menos definidas (como el propio concepto de rayo de energía) pero otros cabos sueltos bailando en el aire.
Personalmente, me incliné por inspirarme en el modelo que veis en la imagen de arriba a la derecha. Ese fue el que tomé como referencia con la intención de no romperme mucho los cascos con la masilla. Al final, en la primera versión, ni siquiera la he usado (aunque quizás lo haga antes de imprimar).
El primer paso fue elegir un brazo que pudiera acoplarse al cuerpo del conversion beamer de un modo sencillo. Mi intención inicial era usar el brazo base de un lanzamisiles, pero preferí conservarlo porque no ando muy sobrado de armamento pesado. Como el resto de las armas, la verdad, tenían una inclinación de codo bastante inapropiada y no quería tener que cortar ya de entrada demasiado, al final, opté por uno con granada.
Acoplarlo a la pieza sobrante de un lanzamisiles de Rhino no tuvo ninguna complicación. Fue cuestión, solo, de montar la hombrera y buscar el ángulo de disparo más adecuado.
El segundo paso fue buscar la bocacha del conversor. El aspecto de la de la miniatura de referencia es muy potente y eso era lo que buscaba. Así, al principio troceé un palo de plástico de piruleta, que por textura parecía funcionar. El problema vino de las dimensiones: los agujeros eran demasiado grandes y asomaban por la parte trasera del arma.
Así que lo sustituí por el cartucho de un bolígrafo batallero. Esta vez la talla fue más que adecuada, pero, aun así, no pude poner una roseta de seis agujeros, como tenía previsto, sino que tuve que reducirla a tres.
Esta es la parte que veo más precaria de la miniatura. Seguramente terminaré por incluir una antena central, como en otros modelos de conversion beamer que he visto por la red, o suavizaré algo los espacios intermedios con masilla, para dar, de paso, más solidez al conjunto.
El visor del arma proviene del mismo lanzamisiles del Rhino. Me pareció una buena opción para integrar al marine con esta, dado que en seguida me di cuenta de que modificar el brazo izquierdo para que sujetase el arma quedaba fuera de mis posibilidades (o ganas) del momento.
Para hacer algo más compacta el arma por su parte trasera, utilicé piezas (inidentificadas) del mismo Rhino. El material de desecho es francamente útil en estos casos.
Dos cajas de munición para cañón de asalto combinadas fueron seleccionadas para hacer de mochila. Inicialmente había pensado hacer una caja de plasticard y pegar este tipo de elementos sobre ella, pero creo que solo hubiera conseguido inflar todavía más el volumen de la miniatura. Creo que, una vez pintados con algún verde fosforito, los cartuchos darán el pego como condensadores (de fluzo, claro).
Como detalle, incluí una de esas granada con pinta de detonador termal (¿bombas de fusión?) que nunca he sabido muy bien cómo meter en los marines de a pie y que, creo, da bastante juego para consolidar la mochila y hacer las veces de batería o depósito de vete a sabre qué sustancia reactiva con nombre latino. Le dejé la espita en el exterior por esto mismo.
Uno de los elementos que sí me parecía indispensable en un arma de este tipo era un tubo que comunicara la mochila generadora con el propio conversor. Estuve probando varios calibres, desde el alma de una pinza de la ropa (que se ve destrozada en la foto) a cables de electricidad.
Al final, opté por la carcasa de plástico de unos alambres para sujetar manojos de cables. Extraer el núcleo de alambre no es complicado (sujetas con unas pinzas el plástico proyector y tiras con los alicates del propio alambre) y tenía el grado de rigidez elasticidad que buscaba. Eso sí, para acoplarlo tuve que aprovechar el agujero que había en el arma y el hueco dejado por los “condensadores” en la mochila.
Ya como últimos detalles, añadí alguna insignia, un machete, unas cartucheras, una sujeción para transportar el conversion beamer cuando no lo lleva el marine al hombro y un “detector de movimiento” (áuspex, creo que es más correcto) con el objeto de dar más coherencia al conjunto (la idea es que el marine está consultando posiciones antes de realizar un disparo).
El resultado no es que quite el aliento, pero estoy bastante satisfecho con esta primera incursión en la realización desde “cero” de un arma pesada. Como digo, no descarto dar algunos toques con masilla para afianzar el conjunto y, en cualquier caso, habrá que ver qué tal queda la cosa tras imprimar y pintar. Confío en que gane un poco.
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