Ciertamente se trata de una película que explota el mal gusto sin la gracia de la película Mal gusto (Bad Taste, Peter Jackson, 1987), que abusa de la violencia sin sentido sin siquiera el grado de terror de Hostel 2 (Eli Roth, 2007) y que nos presenta a un psicópata que no abre la boca en toda la película salvo para gruñidos incomprensibles o risas, por lo que ni siquiera mantiene la ominosa elegancia silenciosa de Michael Myers en Halloween (John Carpenter, 1978). Carente además de una correcta banda sonora que acompañe al film y con un final ambiguo, no encuentro nada en él que llame mi atención.
El ciempiés humano II
Segunda parte de la trilogía sobre la fusión de seres humanos
Sinopsis
Martin es un solitario con problemas mentales que vive con su madre en un barrio marginal de Londres. Trabaja en el turno nocturno como guardia de seguridad en un estacionamiento subterráneo. Allí se obsesiona cada noche viendo una y otra vez la película El ciempiés humano en el pequeño televisor de su oficina. Al borde de la locura por los abusos de su padre y su difícil niñez, Martin pone en marcha un plan para emular el ciempiés humano que tantas veces ha visto en su película favorita. Pero Martin quiere hacer las cosas a lo grande y, en lugar de tres personas, quiere crear una criatura compuesta por doce seres humanos.
El director
Tom Six es un director, guionista y productor holandés nacido en 1973. Ha escrito y dirigido películas como Gay (2004), Honeyz (2007), I love dries (2008), esta última directamente para el alquiler en videoclubs. La obra que le ha dado fama mundial ha sido la trilogía de terror escatológico The human centipede, dividida en tres partes: primera secuencia (first secuence, 2009), secuencia completa (full secuence, 2011) y secuencia final (final secuence, 2013). Esta última se encuentra en preproducción y en el momento de redactar el presente artículo no se espera su estreno antes del 2013. La película ha recibido duras críticas pero, quizá gracias a ellas, ha sido conocido tanto el metraje como su director a nivel mundial. Tanto es así que en el primer episodio de la decimoquinta temporada de la ácida serie de humor de dibujos animados South Park, titulado HumancentiPad se realiza una sátira burlesca de buena parte de la película. Lo que, increíblemente, la ha hecho aún más conocida para el gran público.
Por tanto, a pesar de que el director, Tom Six, ha guionizado, realizado y rodado una de las películas más repugnantes de los últimos tiempos, no es menos cierto que con ello ha pasado al Olimpo de algunos escogidos por este mismo motivo. Recordemos a Eli Roth, que no pudo resistirse a actuar en películas como 2001 maniacos (2001 Maniacs, Tim Sullivan, 2005) o Piraña 3D (Piranha, Alexandre Aja, 2010) después de ser el director de Cabin Fever (2002) Hostel (2005) o Hostel 2 (2007), caracterizadas por un nivel hemoglobínico y visceral muy encima de la media. En concreto, en la última, el baño de sangre de la imitadora de Ersebeth Bathory es de lo más repugnante que pueda verse por su extremo realismo y grado de aparente sufrimiento de la actriz desangrada. Sin embargo Tom Six ha tocado un tema tabú desde los comienzos del cine que muy pocos se han atrevido a mencionar salvo de pasada y que parece por encima de la pedofilia, el asesinato de bebés o el incesto: las heces humanas.
Los actores principales
Laurence R. Harvey: (Martin) Antaño este actor trabajó para la televisión infantil británica, lo que hace más chocante verle en este papel para el que no tuvo que memorizar ni una sola línea de guion, pues permanece mudo todo el metraje salvo algunos gruñidos y carcajadas sádicas mal contenidas. Su repulsivo aspecto (extremadamente obeso, sucio y con los ojos saltones), le proporcionan una imagen más terrible que la de su predecesor, Dieter Laser.
Ashlynn Yennie: (Jenny) Nacida en Wyoming, Estados Unidos, en 1985, no se ha prodigado en exceso en la industria del cine. Sus actuaciones se limitan a Absent father (Douglas Chang, 2008) donde sólo es la voz de otra actriz, la comedia televisiva Evan and Gareth are trying to get laid (John Fortenberry, 2009) y la presente película. En 2010 rodó Feltch (C.M. Downs) y por fin en 2011 la segunda parte de El ciempiés humano de nuevo bajo la dirección de Tom Six.
A partir de este sucio punto, se incluyen detalles explícitos de la asquerosa trama y el repugnante argumento.
Sinopsis completa
Nada más comenzar la película un cartel negro con letras blancas nos advierte de lo siguiente: Warning. The followng film contains extremely graphic violence and sex. For mature audiences only. Para los que no dominen el idioma de Shakespeare, afortunadamente cada vez menos, el texto viene a decir: Aviso. La siguiente película contiene imágenes de sexo violencia extremas. Sólo para espectadores maduros. Y no, en esta ocasión no se trata de una exageración tan propia de algunos países melindrosos como los Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, raudos a la hora de censurar escenas que el espectador español ignora que han sufrido un tijeretazo. En El ciempiés humano II está más que justificado y, de hecho, más que avisar a la audiencia para que sea madura debería avisar para que no fuera fácilmente impresionable. No deseo que parezca publicidad: hay películas de horror, gore incluso, que resultan hasta soportables de ver.
Pero, por increíble que pueda parecer, la segunda parte de El ciempiés humano resulta aún más perturbadora, repugnante y escandalosa que la primera. Es de suponer que Tom Six intenta superarse en cada entrega de la saga y, desde luego, en esta lo ha conseguido. Contiene una cantidad de sexo, lenguaje soez y violencia hasta puntos increíbles. Tanto es así que el director Quentin Tarantino (a quien se menciona en el metraje como gancho para las actrices de la anterior película), que no es conocido precisamente por sus películas de paz y amor, salió de un pase de esta película afirmando que era asquerosa y estúpida. Quizá si estas las palabras las hubiera pronunciado un director cualquiera de poca fama internacional se hubiera podido pensar en un ataque de envidia ante una idea tan original, pero siendo Tarantino podemos dar plena credibilidad a su opinión. De hecho, solo hay que ver la película…
Comienza con los títulos de crédito de la primera parte que el protagonista, que trabaja en la cabina de peaje de un aparcamiento, está viendo por enésima vez. Es un tipo muy obeso, de baja estatura, enfermo mental y, por si todo esto fuera poco, padece de asma. Hasta tal punto llega su obsesión por el film, que llega a masturbarse utilizando papel de lija para ello y descubrimos que guarda un álbum de páginas negras donde tiene anotadas todas las explicaciones del doctor Dieter Laser, recortes de los actores de la película El ciempiés humano (The human centipede, 2009) y otros muchos detalles repugnantes de naturaleza anatómica para conseguir la recreación de lo visto en la película de Tom Six. La primera diferencia con respecto a la anterior película es que está rodada en blanco y negro y que carece de una banda sonora que no sean chirridos, gritos y gemidos unidos en una macabra cacofonía.
El lugar escogido para llevar a cabo el experimento es una nave vieja, sucia y destartalada de la que el espectador desea salir sin saber siquiera qué va a pasar dentro aún. Por supuesto, Martin no paga un solo billete por ella, quitando al dueño de en medio. Aprovecha su trabajo como guardia de seguridad de un aparcamiento para ir secuestrando a sus víctimas a las que hace perder el conocimiento mediante una barra de acero anotando seguidamente en su mano las que lleva mediante líneas verticales. Su psiquiatra, un hombre de luenga barba que le visita en casa, conoce la obsesión de Martin con el ciempiés de doce partes, pero lo considera un símbolo fálico (nos salió muy freudiano) y relaciona el dolor que siente por los abusos físicos y mentales cometidos por su padre con el dolor que puede provocar el ciempiés. Su madre le odia en cierta medida, pues considera que Martin es el culpable de que su marido se encuentre en prisión, sin parecer importarle mucho qué le llevó allí.
La familia disfuncional alcanza su máximo apogeo cuando la madre da golpes en el techo para que el vecino del piso superior baje el volumen de la música y, cuando este aparece hecho una furia, dice que es Martin el que ha protestado. Recibe del vecino una paliza tan grande que le hace orinar sangre ese mismo día. Pero Martin es cobarde e incapaz de defenderse, tan solo ha soportado los golpes y los malos modos del vecino sin rechistar. Al poco sabemos que ha intentado contratar a las dos chicas de la película de El ciempiés humano haciendo creer a sus representantes que se trata de una película de Quentin Tarantino. Una de ellas, Ashlynn Yennie, acepta acudir al casting y se ve atrapada en la locura de Martin, que le hace partícipe de uno de los doce segmentos del ciempiés. Concluyendo la relación materno-filial: cuando la mujer trata de matar a su hijo a puñaladas, este no está en la cama.
Impertérrito, vuelve a acostarse sin ningún temor a que su madre lo mate, pero la mujer en un ataque de ira y desesperación encuentra el libro con las anotaciones de Martin sobre el proceso de creación del ciempiés humano. Horrorizada, comienza a romper las páginas una a una y ese es el detonante de la ira del protagonista, que destroza la cabeza de su madre con la barra con la que ha dejado inconsciente a los demás y la sienta en la mesa de la cocina. Como una especie de repulsivo Norman Bates, no le importa en absoluto que su madre carezca incluso de huesos del rostro, dejando un enorme agujero en el centro por el que gotea sangre de cuando en cuando. Y es que todo lo que rodea a Martin es enfermizo pues su propio psiquiatra se encuentra en el garaje que él vigila junto a un amigo y una prostituta y comenta cuánto le gustaría tener al retrasado de su paciente en ese momento en lugar de la mujer.
Una vez que comienza su enfermiza obra maestra, para la que ha secuestrado hasta a una mujer embarazada, comienza a depositar en el suelo lentamente las herramientas que va a emplear para la operación: cuchillos, tijeras, alicates, martillo y un sin fin de elementos que provocan escalofrío al imaginar cómo va a emplearlos. Además la luz de la nave parpadea y desaparece durante algunos segundos, creando una sensación de desasosiego mucho mayor. Ante la imposibilidad de realizar una operación limpia como su ídolo del cine, decide grapar las bocas de cada uno de los prisioneros al ano del inmediatamente anterior. No contento aún con esto, les inyecta laxante a todos y cada uno de los componentes del ciempiés para que funcione como ha visto en la película (me ahorro el describirlo, pero el lector ya puede imaginarlo). Lo desagradable de la escena y el olor de conjunto superan incluso el aguante de Martin.
Al final, en lugar de doce segmentos solo tiene nueve, pues tres de ellos han muerto en los comienzos de las operaciones (es lo que sufren los conejillos de indias), pero la mujer embarazada que parecía haber muerto se alza del lugar donde Martin la ha dejado y corre hacia la salida. Los dolores del parto han comenzado y la desesperación y el dolor le dan la fuerza necesaria para poder escapar en el coche que había fuera. Da a luz en el coche y, presa de su desesperación, pisa a fondo el acelerador aplastando la cabeza del recién nacido contra el suelo del coche y matándolo irremediablemente. Cuando Martin regresa al interior de la nave, el ciempiés se ha dividido en dos partes que tratan de huir cada una por su cuenta. Abate a disparos a todos los que puede y sierra los cuellos del resto cuando se le acaban las balas. Pero Ashlynn Yennie logra alzarse del suelo y, tras luchar con su captor logra una cierta satisfacción.
Le introduce un embudo por el ano, ya que el monstruoso Martin se pasea continuamente con una bata y unos enormes calzoncillos como única vestimenta, y le introduce por él un ciempiés que el aprendiz de cirujano conservaba como mascota. Reacciona atravesando el cuello de la chica con un cuchillo, pero los movimientos que ella realiza cuando Martin escapa del lugar permiten pensar que ha sobrevivido a la mortal agresión. Sin embargo, el momento más extraño de la película se produce al final, cuando en una imagen que resulta ambigua vemos al protagonista en su puesto de trabajo terminando de ver de nuevo su película favorita. ¿Ha sucedido todo realmente o solo ha sido la una fantasía de una mente retorcida y enferma? La tercera parte de la película promete responder esta pregunta en particular y cerrar la trama, creando tres películas que pueden fusionarse en una sola de cuatro horas y media.
Opinión
El cine explotation es repugnante. Este término hace referencia a un tipo de cine que explota de forma morbosa al extremo la temática que trata. Su calidad suele ser mala salvo en contadas ocasiones en las que se convierte en lo que se denomina película de culto. Este término define a films, generalmente de ciencia-ficción o terror, que pasan de forma inadvertida por taquilla y que con el tiempo van ganando adeptos. Como ejemplo de películas explotation tenemos films protagonizados por actores negros: Black Frankenstein (William A. Levey, 1973), por caníbales: Holocausto caníbal (Cannibal holocaust, Ruggero Deodato, 1980) y nazis: Ilsa, she wolf of the SS (Ilsa, la loba de las SS, Don Edmonds, 1974) y una de las más repudiadas y admiradas de todas: Salo o le 120 giornate di Sodoma (Salo o los 120 días de Sodoma, Pier Paolo Pasolini, 1975). El realizador italiano fue asesinado antes del estreno de la película.
El ciempiés humano puede ser calificado de película explotation. Lleva un experimento de naturaleza científica hasta puntos donde la película se hace difícil de seguir y provoca repulsa en el espectador acostumbrado a otro tipo de cine, incluso dentro del terror, que puede conducirle a abandonar el visionado del film para no retomarlo nunca más. Violencia, sexo y sangre gratuitos sin más razón que escandalizar al público, cosa que ha logrado de sobra. Curiosamente hay un gran número de personas esperando la tercera y última parte The human centipede 3 (final secuence). Como es lógico hablaremos de ella, pero dudo que Tom Six ofrezca algo que haga que todo cobre un sentido distinto cuando ya ha amenazado con que la tercera parte hará parecer a la anterior una película de Disney. La rodaremos en su totalidad en Estados Unidos y será mi favorita... Va a perturbar a mucha gente.
¿Más aún, señor Six?
Puntuación: 2
Ficha Técnica
Título: El ciempiés humano II
Título original: The human centipede II (Full sequence)
Dirección: Tom Six
Guión: Tom Six
País: Gran Bretaña / Holanda
Año: 2011
Duración: 88 Minutos
Género: Terror / Gore (Secuela)
Intérpretes: Laurence R. Harvey (Martin), Ashlynn Yennie (Jenny), Maddi Black (Candy), Kandace Caine (Karrie), Dominic Borrelli (Paul), Lucas Hansen (Ian), Lee Nicholas Harris (Dick), Dan Burman (Greg), Daniel Jude Gennis (Tim), Georgia Goodrick (Valerie), Emma Lock (Kim), Katherine Templar (Rachel), Peter Blankenstein (Alan), Vivien Bridson (Lomax), Bill Hutchens (Dr.Sebring).
Producción: Six Entertainment
Música: James Edward Barker
Fotografía: David Meadows
Montaje: David Meadows
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Sangre y gore llevadas al extremo, este tipo de cine es "a ver como nos sobramos tres pueblos y a ver como luego nos sobramos aún más"...pero vi la primera y lo cierto es que tengo cierta curiosidad por esta segunda.
De todos modos, estas pelis al lado de "Salo o los 120 días de Sodoma" quedan como pelis de la factoria Disney.
Como el entrañable médico de la primera parte no hay nada. La película es bastante excesiva, falsa en bastante de sus partes y exagerada en otras tantas. Ni como ejercicio de "mal-rollismo" me satisfizo. Lo mejor: el ser de psyche dañada que la protagoniza. Lo peor: lo poco anatómico-realista de este filme y la gratuituidad de sus escenas, muy mejorables. Me sigo quedando con la primera.
Estoy de acuerdo con la mayoria de los comentarios y con la critica. La primera fue aceptable, pero esta sobrepasó todos los limites, y es demasiado "enfermiza".
Una película que nunca veré... creo.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.