OZ entrevista a José Antonio Suárez
Con motivo de la reciente publicación de sus novelas “Cristales de fuego” (Ediciones Parnaso) y “Almas mortales” (Editorial Ábaco), hoy entrevistamos a este veterano autor de ciencia ficción
José Antonio Suárez nació en Albacete en 1963 y es licenciado en Derecho. Ha publicado relatos en las revistas más importantes del género fantástico de nuestro país, pero es en el campo de la novela donde ha desarrollado su talento, con temáticas tan dispares como el thriller (Nuxlum, 2000, ganadora del premio Ignotus), la space opera (Rebelión en Telura, 2002), el hard (Sombras en Titán, 2006) la especulación en un futuro cercano (Nada nuevo bajo el sol, 2006) o incluso la novela negra (Peregrinos en Marte, 2003).
Es autor, asimismo, de El despertar de Nuxlum (Equipo Sirius, 2001), Cristales de fuego (Ediciones Parnaso, 2007) y Almas mortales (Editorial Ábaco, 2007). Ha colaborado, además, con diversas publicaciones como Ciberpaís, Asimov, Solaris, Artifex, NGC 3660, Ad Astra y Alfa Eridiani.
Amablemente, nos ha brindado esta entrevista con motivo de la publicación, este mismo año, de dos nuevas novelas: Cristales de fuego, publicada por Ediciones Parnaso, y Almas mortales, publicada por Editorial Ábaco.
Dos novelas publicadas el mismo año, el sueño de muchos escritores. ¿Cuál es el secreto para conseguirlo?
Lo cierto es que el año pasado también publiqué otras dos novelas, Sombras en Titán y Nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, en 2004 y 2005 no publiqué ningún título. El por qué de esa desproporción es sencillo: es el editor quien controla la fecha de publicación de cada libro, y por lo general, suele tardar bastante tiempo entre que me aceptan una novela y ésta es publicada. Actualmente tengo una buena racha, que espero continúe, pero no puedo darte una receta de cómo se consigue.
Digamos que debes tomarte la escritura en serio, no como un pasatiempo al que se le dedican los ratos perdidos, los fines de semana y las vacaciones, sino como un trabajo, o pasión, si prefieres llamarla así, a la que hay que dedicar tiempo todos los días para darle una continuidad. El esfuerzo diario y la constancia son elementos necesarios para que puedas mantenerte en el mercado y conseguir que editores muy diferentes confíen en ti y te publiquen una novela. Hasta ahora, he publicado con Espiral, de Juan José Aroz (dos títulos), Equipo Sirius (también dos títulos), Edebé, Por la tangente, Parnaso y Ábaco.
Imagino que habrán sido inevitables las comparaciones odiosas entre ambas. ¿Cómo se vive algo así? ¿Ha habido alguna que haya salido mejor parada?
Si te refieres a Cristales de fuego y Almas mortales, convengo contigo en que sí, las comparaciones son odiosas. Se trata de dos novelas muy diferentes en su concepción y planteamiento. Cristales de fuego es básicamente una novela de aventuras, donde doy preponderancia a la acción; Almas mortales, sin embargo, es una novela más especulativa, en la que, sin perder atención a la acción, profundizo en los personajes y estructuro una trama más compleja, y menos lineal; pero yo creo que el lector disfrutará de las dos, porque puede encontrar en una elementos que no tendrá en la otra.
No pretendo escribir una y otra vez la misma historia, sería muy aburrido contar siempre lo mismo. Por eso trato de cambiar de una novela a otra, y por ejemplo, de los dos títulos que publiqué el año pasado, Sombras en Titán es un tipo de ciencia ficción psicológica centrada en la exploración de un nuevo mundo, muy diferente a Nada nuevo bajo el Sol, ambientada en un entorno urbano del Madrid de un futuro próximo. Como verás, los argumentos de estas dos novelas difieren mucho de Cristales de fuego y Almas mortales, y cada lector las recibirá de un modo u otro, dependiendo de sus gustos personales.
Si la pregunta se refiere en general, a toda mi producción, te diré que la novela mejor parada ha sido Nuxlum, que fue la que recibió un premio Ignotus en 2001. No es la mejor novela que he escrito, pero sí la que parece que ha gustado más a los lectores, si hemos de fiarnos por las opiniones que aparecen en los foros de Internet.
“Cristales de fuego” nos presenta un escenario lleno de “marcianos” y elementos clásicos de la space opera. ¿Exigencias del guión o simple preferencia del autor? Cuéntanos sobre esta novela.
Cristales de fuego se encuadra dentro del universo de la Confederación, del que forma parte Rebelión en Telura (publicada en 2002 por Edebé). Aunque se trata de dos novelas independientes, que no comparten personajes ni argumento, sí tienen en común detalles del escenario. En ambas la narración se realiza en primera persona, con un tono humorístico, aunque en Cristales de fuego ese tono es bastante ácido, debido a que la personalidad de Simón Daldasarre lo requería. Es un tipo de space opera exagerada, pero precisamente ese exceso es lo que la hace divertida, y, bueno, la lectura es diversión y la verdad es que me lo pasé muy bien escribiéndola.
Por el contrario, “Almas mortales” nos acerca a un futuro que, en muchos aspectos, nos resulta bastante cercano, y su misma ambientación resulta menos variopinta. ¿Fue complicado realizar un cambio de enfoque tan importante?
No, porque como ya te he dicho, me gusta variar de registro entre una novela y la siguiente. Almas mortales tiene una personalidad muy diferente de Cristales de fuego. Traté de contar una historia que fuese creíble, que no tuviese elementos demasiado fantásticos, que el lector llegase a pensar que ese futuro podría hacerse realidad algún día, si no lo impedimos. La novela extrapola elementos del presente hacia el futuro, y nos muestra hacia dónde nos dirigimos. No es un futuro alegre, pero al menos es un futuro, algo que desde luego, nadie nos garantiza que tengamos.
Con éstas son ya ocho tus novelas, y, si no me equivoco, todas se podrían encuadrar, en mayor o menor medida, en la ciencia ficción. ¿Te atrae la idea de tocar otros géneros o la amplitud de éste te da el marco suficiente para lo que quieres contar?
He tocado la novela realista en dos ocasiones, pero no he tenido suerte con su publicación; son títulos que escribí hace algunos años y que tuve que guardar en un cajón, a la espera de tiempos mejores, pero los he releído recientemente y debo reconocer que no son especialmente brillantes. Quizá la ciencia ficción sea el género que mejor se me da escribir, pero no me cierro a explorar otros caminos.
Curiosamente fue tu primera novela, Nuxlum, la que ha sido más galardonada –si no me equivoco-. ¿Esperas cosechar algún Ignotus con “Almas mortales” o “Cristales de fuego”?
Eso de los Ignotus es un tema complicado, que depende de muchos factores, y ahora, lo que más compran los lectores es fantasía, detalle que se refleja en las últimas entregas de premios. Si te he de ser sincero, quedé bastante decepcionado con que Peregrinos de Marte, novela que considero de mejor calidad que Nuxlum, fuese vencida en 2004 por un libro de fantasía.
Bueno, ya contestando a tu pregunta, creo que Almas mortales es una de las mejores novelas que he escrito, quizá la mejor, pero lo que yo opine de mis obras no tiene por qué coincidir con la opinión de los lectores o de los votantes, y como ya he dicho, los escritores de ciencia ficción tenemos que nadar contra corriente, en un mercado que prima la fantasía y las novelas tributarias de éxitos comerciales. Las grandes editoriales tampoco nos lo ponen fácil. Publican ciencia ficción, sí, pero anglosajona, dejando a los españoles de lado.
Una pregunta obligada teniendo con nosotros a alguien tan bregado en el género es, me temo, el estado del panorama nacional. ¿Despega la CiFi española o seguiremos a la sombra de los autores anglosajones?
Algo he apuntado en la anterior respuesta, pero aprovecharé para explicarme mejor. Hace poco se comentaron en un foro de CF unas palabras de Miquel Barceló, acerca de una reunión de varios editores, que tuvo lugar hace años, en la que se declaró la muerte de la ciencia ficción, y la conveniencia de que los editores trasladasen su atención (y su dinero) hacia la fantasía, hecho que, por desgracia, ha sucedido.
Pero no nos confundamos: el que las grandes editoriales hayan abandonado la ciencia ficción española a su suerte no implica que no se publique. Por fortuna, todavía existen pequeños y medianos editores que consideran la venta de libros como algo más que una cuestión de dinero. Y gracias a ellos, se están publicando más títulos de ciencia ficción española que nunca, lo que me parece muy positivo. Algún día se hará justicia con esos editores y se les reconocerá su mérito por haber apoyado la cultura de nuestro país, cuando lo fácil y rentable sería doblegarse a lo que nos viene de fuera, porque ¿para qué complicarse la vida? Ves lo que se vende en el extranjero, compras los derechos y lo publicas.
En cierta ocasión, Gore Vidal ofreció uno de sus títulos, Kalki, a Porrúa, el antiguo editor de Minotauro, y éste se quedó sorprendido de que se hubiera fijado en su modesta editorial. La respuesta de Vidal fue: “le he dado el libro a usted porque los demás imprimen, mientras que usted publica”. Si dentro de treinta o cuarenta años, alguien se decidiese a escribir una historia de la ciencia ficción española, me gustaría que tuviese esa frase muy presente.
Directamente relacionado con la anterior pregunta está el tema de las editoriales españolas. Viendo que has publicado con varias distintas quizá puedas orientarnos en complejo mundillo. ¿Cuál es, en líneas generales, la respuesta de las editoriales españolas ante los autores nacionales?
Las editoriales se pueden dividir en dos bloques: las grandes y el resto. A las grandes no les interesa publicar autores españoles de ciencia ficción, supongo que sus razones tendrán, al fin y al cabo es su negocio y yo no voy a decirles lo que tienen que hacer con su dinero. En cuanto al resto, las medianas y pequeñas, muchas de ellas están interesadas en publicarnos; no todas, pero sí un número significativo. Si no fuera por ellas, no tendríamos nada que hacer.
Y bueno, tampoco podíamos dejar pasar la oportunidad de pedir consejo. Para los numerosos autores noveles que rondan por Ociojoven, ¿algún consejo para conseguir publicar sus obras?
No desanimarse, no desfallecer y creer en uno mismo. Trabajo constante y diario, tratar de mejorar continuamente, tomarse la escritura en serio y, desde luego, leer. Leer mucho. En el aspecto técnico, y aunque parezca obvio, un escritor no llegará a ningún lado si no domina su idioma. Las editoriales suelen estar desbordadas de originales, y una novela mal escrita y con faltas ortográficas, directamente, no la leen. Un escritor que no respeta esa norma elemental, simplemente es que no se toma en serio lo que escribe, aparte de ser un vago que no muestra interés en aprender su propio idioma.
Una parte llamativa de tu CV literario es la que refleja tu participación en revistas literarias, muchas de ellas electrónicas. Desde esta óptica, ¿qué cambios crees que ha supuesto Internet en la Literatura?
Tras el cierre o hibernación sine die de las pocas revistas que quedaban en nuestro país, publicar relatos en papel es bastante difícil. Internet ofrece un cauce para dar a conocer esos relatos, pero cuenta con dos grandes inconvenientes: hay exceso de oferta, y la lectura de textos en la pantalla del ordenador es incómoda. En cualquier caso, es una buena ventana para dar a conocer tus trabajos y lograr que muchos lectores potenciales te lean (subrayo lo de potenciales).
Internet ha facilitado la divulgación de textos electrónicos y es más fácil localizar el libro que te interesa usando motores de búsqueda como Google, pero no ha supuesto, al menos de momento, un punto de inflexión en la literatura.
El sentido común sugiere que los buenos autores son buenos lectores, así que te vamos a pedir alguna recomendación en este sentido. ¿Qué autores propondrías para descubrir la ciencia ficción a los que no se han acercado nunca a ella? ¿Y dentro del panorama nacional?
A mí, personalmente, me gustan mucho las historias de Philip K. Dick, Fredric Brown, Robert Silverberg o Frederick Pohl, pero para iniciarse, yo creo que cualquiera de los autores clásicos (Asimov, Heinlein, Clarke) están bien.
Dentro del panorama nacional, la desbandada hacia la fantasía de los autores que antes publicaban CF ha dejado el terreno un tanto despejado, pero aún quedan muchos escritores que están haciendo un buen trabajo: Joan Antoni Fernández, Carlos F. Castrosín, Víctor Conde, Cofiño, Fernández Madrigal o Sergio Parra son autores que, con mayor o menor regularidad, están publicando en la actualidad, y los lectores harían bien en apoyarlos.
Lo que no sugiere el sentido común es salirse de tiesto en las entrevistas, pero ¡qué demonios! ¿Por qué crees tú que tenemos tendencia a escribir Ciencia Ficción con mayúsculas, en vez de dejarlo en minúsculas, como hacemos con otros géneros?
Pues mira, nunca me lo había planteado, y la verdad es que no lo sé. Supongo que se debe a que es el género que más nos gusta. Más chocante, a mi entender, es el gusto de algunos críticos de emplear la palabra “subgénero”, cada vez que se refieren a la CF, y que a mí siempre me ha sonado mal. Entre ponerla en mayúsculas o calificarla como subgénero, yo prefiero las mayúsculas.
Y ya para cerrar la entrevista, ¿cuáles son tus próximos proyectos literarios?
Para el año que viene tengo apalabrada una novela que, si todo va bien, será publicada en 2008. Ahora estoy escribiendo una novela que confío tener concluida a finales de este año o en el siguiente. Como ya he dicho antes, me gusta ir variando de temática y la que tengo entre manos es bastante diferente a las anteriores.
Pues mucha suerte con esos nuevos proyectos, que seguiremos de cerca, y muchas gracias por concedernos esta entrevista. Y para los que queráis saber más sobre este autor y su obras, consultad los enlaces al pie de la página:
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