Instinto de Superviviente
Reseña de la novela de Darío Vilas publicada por Dolmen
No hubo señales, no existían previsiones. El mundo no estaba preparado para hacer frente a una catástrofe como aquella. El caos se desató, arrasando con una civilización ignorante de lo que se avecinaba. Andrés sí lo vio venir, y por eso fue la única persona que pudo mantener con vida al pequeño Damián. Juntos tratarán de escapar de una ciudad tomada por legiones de muertos vivientes, en busca de otros supervivientes. Sin embargo, hay una amenaza más aterradora que las hordas de zombis; un enemigo imbatible: el instinto humano.
Antes de ver publicada esta obra a manos de Dolmen, ya tuve el placer de disfrutar de su manuscrito, el cual tuvo a bien su autor mandarme. Ya en una primera instancia vi, en esta su primera novela, los visos de una obra que se alejaba de los cánones del género zombi tan de moda en estos tiempos. He de reconocer que mi incursión en este género o subgénero, según se mire, que se ha visto enmarcado en la llamada Línea Z, es más bien pobre y no puedo hablar por comparación con otras novelas que ya han sentado precedente con muy buenas críticas por parte de los lectores avezados. Sin embargo, sí que puedo hablar del autor y de lo que esta novela representa en su trayectoria para todos los que venimos siguiendo su buen hacer a lo largo de los años.
Huelga decir que era muy esperada la incursión de Darío Vilas en el gran formato, el long play de los libros, y que lo ha hecho con muy buena pluma. Hasta ahora, el autor nos tenía acostumbrados al relato corto, si bien en sus últimas publicaciones ya se veía su intención de amalgamar entre sí cada historia con la intención de crear una trama mayor, no es hasta este Instinto de Superviviente que nos ofrece una gran historia de principio a fin. También nos tenía acostumbrados a un tipo de terror muy personal, característico en su estilo, casi definitorio, en el que primaban los aspectos más oscuros del ser humano, lejos de lo sobrenatural o los clichés facilones del psicópata de turno. Instinto de Superviviente respeta, a pesar del trasfondo apocalíptico zombi, ese terror mundano que proviene de los más oscuros deseos del ser humano, de sus perversiones y su demencia floreciente. Una vez más, Darío despliega sus artes para dar buena cuenta de que el peor de los males no viene de la mano de una horda de voraces muertos vivientes, sino del interior del hombre.
Así, conjuga magníficamente ambos escenarios, el interior de cada personaje y sus miserias, con el exterior de un mundo asolado por la muerte andante. En esta novela, que ya adelanta hacia el final una inminente secuela, el autor nos ofrece dos escenarios que se alternan: el de Andrés, que trata de salvaguardar a Damián del mal del mundo, un niño de diez años desconfiado que ansía volver con su madre; y el de Marga, una madre desquiciada que ha perdido a su hijo y que, irremediablemente, va perdiendo la cordura a lo largo de la trama. Darío alterna ambas historias y consigue crear en cada una de ellas, a través de sus personajes, un argumento aterrador que va in crescendo hasta un inesperado clímax en el que los zombis solamente son el escenario de fondo.
En un intento de preservar el contenido de este libro, omitiré los detalles que lo hacen diferente del resto para que el lector sea quien se sorprenda y no haga de esta reseña un spoiler. Aplaudir también el prólogo de otro gran autor como es Javier Pellicer, que ha sabido imprimir el carácter de la obra, e incluso se ha metido en ella, a este Instinto de Superviviente. Sigo sin ser un amante de este género, pero Darío ha hecho que casi me olvide de los zombis y que ansíe esa prometida segunda parte. Es una novela que bien merece la atención del lector, que no deja indiferente y que revuelve el estómago ante las escenas que el autor sabiamente dibuja. Una lectura recomendable para aquellos que quieren algo más que zombis.
Víctor Morata Cortado
Autor: Darío Vilas
Editorial: Dolmen
224 páginas
ISBN: 9788415296072
1ª Edición: Junio 2011
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