Sebastian Darke, Príncipe de los bufones

Reseña de la novela de Philip Caveney, una historia completa que, al parecer, inicia una saga

Tal y como se comenta en la contracubierta, “Sebastian Darke, Príncipe de los bufones” bebé de las novelas de capa y espada, y, también en gran medida, de los cuentos de hadas. De hecho, su estructura y planteamiento es muy similar a la de éstos, pero con un ritmo y un enfoque actualizados, más cercanos a una generación que ha crecido con Shrek y no con “Blancanieves y los siete enanitos”.

De este modo, nos encontramos con una prosa ligera y ágil, que no por ello -afortunadamente- carente de carácter y riqueza, y con un escenario que prefiere retratarse con la acción y algunas palabras “exóticas” (se cambia manzana por pommer, o caballo por equino, y rápidamente tenemos esbozado un nuevo mundo) en vez de sumergir al lector en descripciones que pudieran romper el avance de la trama.

En cierto modo, se podría decir que “Sebastian Darke, Príncipe de los bufones” es, de hecho, trama en un 90%. No se trata, a pesar de ello, de una historia compleja o especialmente original, pero sí de una que funciona. Sin duda, Caveney conoce bien los clásicos y ha sabido extraer lo que espera el lector juvenil actual.

Los personajes y las situaciones, y sobre todo el modo de tratarlas, sí que resulta más novedoso. La novela tiene cierto toque excesivamente cinematográfico en algunos momentos, como si se temiera dar demasiado protagonismo a las palabras, pero el conjunto funciona a la perfección, y engancha.

Los escenarios que aparecen en la historia son reinterpretaciones de los clásicos, con su reino opulento con el palacio de las mil maravillas y su vecino belicoso y salvaje que responde al acertado nombre de Malandria -sus habitantes, los “malos” de la historia, son los malandrines, claro guiño a las historias de capa y espada previamente mencionadas-.

Con estos elementos tenemos una novela que no es que desborde originalidad, pero sí trasluce una buena cultura de fondo por parte del autor y un gran acierto por su parte a la hora de retomar el espíritu clásico de las historias de aventuras, lo que se traduce en una novela de fácil lectura y una historia que conecta con el público sin ningún problema, arrastrándole frenéticamente a lo largo de sus páginas.

Autor

Philip Caveney es un autor británico nacido en Gales 1951, y que se dedica tanto a la literatura juvenil como a la adulta. Dentro del primer grupo es particularmente conocida su serie sobre Sebastian Darke, la cual cuenta con cuatro títulos: “Sebastian Darke, príncipe de los bufones”, “Sebastian Darke, príncipe de los piratas”, “Sebastian Darke, príncipe de los exploradores” e “Historia de un bufalope”.

A pesar de todo, es en el campo del thriller para adultos donde más ha desarrollado su carrera literaria. Desde 1978 ha publicado doce títulos, ninguno de los cuales ha sido publicado en nuestro país.

Sinopsis

Una historia de fantasía en la que acompañaremos a un malogrado aspirante a bufón en sus peripecias dentro de las conspiraciones de la corte.

Edición

Sebastian Darke, Príncipe de los bufones

Philip Caveney

Alfaguara Juvenil, 2007

Cartoné con un punto de lectura adornado con un cascabel (lo que lo hace ideal para las lecturas en espacios públicos, especialmente en el tren)

Conclusiones

“Sebastian Darke, Príncipe de los bufones” es una novela que muestra elementos de carácter propio por parte del autor, y que plasma con acierto una versión actualizada de los clásicos de aventuras. En ella encontramos mucha acción, algo de intriga, y valores propios de estas narraciones para jóvenes: amistad, responsabilidad y justicia.

Es una novela que funcionará bien como lectura incluso con lectores poco habituados, y que no por ello se muestra vacía o carente de interés. Para lectores más curtidos resultará algo simple en su planteamiento, pero igualmente una pasatiempo agradable y entretenido.