Londres victoriano
Reseña de la obra divulgativa de Liza Picard publicada por Orion Books
Londres victoriano (en el original, Victorian London: The Life of a City 1840 – 1870) es una agradable y muy accesible panorámica de la ciudad durante la época media del periodo victoriano. Se trata de un libro accesible a todo tipo de lector, conozca bien o no la época, gracias al enfoque que tiene, con entradas breves, un amor evidente por las anécdotas y una facilidad para acercarnos a la ciudad de un modo muy visual. Además, su estructura por temáticas, una por cada uno de los veintitrés capítulos, facilita su consulta más adelante.
La elección de estos temas es más efectista que académica y, sin duda, busca sobre todo captar la atención del lector. Por eso, no es de extrañar que comience con un capítulo dedicado a los olores. No es gratuito tampoco, porque las principales obras urbanísticas de la época vinieron, precisamente, tras una epidemia de mal olor en el Támesis, lo que llevaría a su configuración actual de diques. Más adelante, se vuelve quizás más canónica la selección, y vamos visitando el río, las calles, los ferrocarriles, etc., hasta sumirnos en temas más sociales. Liza Picard no pierde, en cualquier caso, esa vena narrativa y concluye, de un modo muy simbólico, con un capítulo dedicado a la muerte.
Este Londres victoriano no es una obra de análisis, sino descriptiva. El objetivo, que la autora cumple sobradamente, es pintarnos un cuadro de cómo fue la ciudad a mediados del siglo XIX, la época media del reinado de Victoria. Era la mayor urbe del mundo y el epicentro de la nación más poderosa y dinámica de su época, pero ¿qué significaba eso en su día a día, cómo era vista por sus propios coetáneos? Este libro nos da muchas respuestas y, sobre todo, muchas pistas para seguir profundizando en el tema.
Las principales fuentes de información, o al menos las que se hacen más presentes, son, cómo no, Charles Dickens, tanto como periodista como en su papel de escritor, y Henry Mahew, pero no son en absoluto las únicas. La labor realizada por Picard para sintetizar toda la información disponible y ponerla a disposición del lector como un entretenimiento colorido y asequible es remarcable.
La edición de Orion Books puede resultar algo impresionante con sus tapas duras y sus casi cuatrocientas páginas de papel grueso, pero lo cierto es que es un volumen que se lee con rapidez e interés y, aunque no sea exhaustivo, sí que brinda unas cuantas anécdotas insospechadas y, en conjunto, deja muy satisfecho. El material gráfico contenido, fotografías, mapas, dibujos y anexos varios, tanto en blanco y negro como en color, es un añadido muy de agradecer.
En conjunto, Victorian London es una obra muy indicada tanto para perderse un poco más por el Londres victoriano como para descubrirlo por primera vez. Una lectura francamente entretenida y muy bien estructurada y documentada.
- Inicie sesión para enviar comentarios