Escalofrío

Imagen de Anne Bonny

Reseña del cómic de Jason Starr y Mick Bertilorenzi publicado por Panini Comics

Dentro de la línea Panini Noir, nos llega esta obra a caballo entre el fantástico y la novela negra. Con guión de Jason Starr y dibujo de Mick Bertilorenzi, Escalofrío es un viaje a la encrucijada donde se encuentran las leyendas celtas más siniestras y el día a día de los policías neoyorkinos.

Uno de los apartados más interesantes del cómic es el planteamiento. Una joven descubre que tiene un terrible don relacionado con los ritos ancestrales de los druidas, una habilidad dionisíaca que hace que sus amantes sucumban bajo su fuerza, despojándose de toda vitalidad en una suerte de extraña catarsis. Dicho don será la fuente de una serie de problemas y marcará la pista de una macabra ristra de sacrificios rituales extraídos del folclore irlandés prerromano.

Con la excusa de este "don", que va unido a una habilidad mesmérica que transforma la apariencia de la muchacha a los ojos de sus seducidos, Starr nos plantea una trama eminentemente policíaca pero con toques de suspense y erotismo. Al contrario que el planteamiento, que es muy original, el desarrollo resulta algo anodino y bastante lineal, repetitivo por momentos. Queda patente que no se mueve con soltura en el exigente medio del arte secuencial. Tenemos muchos personajes secundarios a los que hubiéramos querido ver envueltos en más acción y algunos pasajes de la historia resultan algo gratuitos. Es una lástima que no se le haya dado más espacio para desarrollar la narración, sobre todo al final, pues el cierre deja puertas abiertas que hubieran podido brindarnos más escalofríos.

El apartado gráfico cumple con su cometido con solvencia. Bertilorenzi capta bien el tono de novela negra y, al mismo tiempo, se permite dar rienda suelta al lado sensual, que cristaliza en unos cuantos desnudos que, además, se engarzan bien con la trama. En algunas escenas, además, consigue llegar a un grado de terror considerable (mi preferida, el primer sacrificio ritual, que es francamente impactante). Quizás algunos encuadres resulten algo arbitrarios, pero en líneas generales, el ilustrador recoge bien el espíritu del cómic y consigue que entremos en la historia.

En conjunto, Escalofrío es un buen cómic. No resulta tan redondo como otros de la misma línea Panini Noir, pero tiene el añadido del elemento sobrenatural, que es manejado con acierto. La edición de Panini, como siempre, formidable: tapa dura con filigrana, papel de buen gramaje y buena calidad, y buen acabado.

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