Okuribito

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Crítica a la película de Yojiro Takita

Sinópsis (inicio de spoiler)

Daigo Kobayashi es chelista de una orquesta filarmónica en Tokyo y se considera una persona genial con el instrumento. Un día, su ego sufre un duro golpe al desintegrarse la orquesta por problemas del dueño, y esto Daigo se lo toma muy a pecho, culpándose a sí mismo de la desgracia del grupo. Al verse endeudado, sin trabajo y sin poder actuar como el sostén del hogar, convence a su esposa de regresar a vivir a Sakata, a la casa que le heredó su madre al morir.

En el pequeño pueblo de Sakata la vida es muy diferente: todas las personas se conocen, las ocupaciones son escasas y la sociedad es muy conservadora. Poco a poco, Daigo se va sumiendo en una leve depresión, reviviendo escenas dolorosas de su pasado sobre todo las relacionadas con su padre, quien lo abandonó cuando tenía seis años y apaciguándolas con el ejercicio de su violoncello, que encontró en casa de su madre. De forma paralela, se encuentra casualmente con un empleo particular: el de "Agente N.K.", una especie de agente "para despedidas". Creyendo que se trata de una especie de agencia de viajes, no duda en tomarlo, pero muy pronto se da cuenta de que "N.K." es una abreviación de no-kan y que su empleo será despedir a los muertos en su viaje al otro mundo.

A pesar de su aversión en un principio, poco a poco se va identificando y hasta llega a prenderse de la ocupación la cual desarrolla con dedicación artística. Reacio a perdonar y a superar las carencias familiares de su pasado, se dedica con ahínco a congraciar a los muertos con sus familiares vivos. Sin embargo, él no puede recordar el rostro de su padre ni olvidarse de la canción que más le gustaba, así como tampoco tenía la intención de perdonarle. Y así como se va enamorando de esta profesión, el mundo le va dando la espalda cuando sus vecinos, y hasta su esposa, lo marginan por dedicarse a una ocupación considerada impura.

 

Comentarios (fin de spoiler)

El primer comentario que quiero dedicar a esta producción es que es una completa tontería que, en México, le hayan nombrado Violines en el cielo cuando en toda la película jamás aparece un violín ni tampoco se habla del cielo en un contexto espiritual ni mucho menos cósmico, y también porque se pierde el sentido de lo que indica la frase nipona okuribito.

La película me ha gustado bastante; no la considero nada espectacular, sino muy sobria, emotiva, conservadora, artística, sentimental, y sabe conservar todo esto en perfecta armonía. Por momentos, la obra es triste, melancólica, y en algunas ocasiones se vuelve muy divertida. La perseverancia y el carácter de Daigo son de admirar, mientras que su contrapartida, el Sr. Sasaki, nos hace reír con sus ocurrencias, su indiferencia y su humor negro de forma constante aunque sea por lo bajo. Aborda genialmente el tema de las pérdidas personales en todos los ámbitos y la imposibilidad que tenemos los humanos de desprendernos de ellas. De igual forma, nos ofrece una salida magnífica a la que se aferra Daigo de superar estas pérdidas, y es el ahogo de las penas embriagándose de música y formando una familia.

La fotografía es muy buena, los diálogos son fuertes y la música es hermosa. Creo que no hay mucho que añadir sobre este filme, que me ha parecido muy sólido y en ningún momento me ha aburrido. Sinceramente, yo también hubiese estado de acuerdo en otorgarle el Oscar.

 

Director: Yojiro Takita

Otros títulos: Violines en el cielo (Latinoamérica) / Despedidas (España) / Departures (USA)

País: Japón

Reparto: Masahiro Motoki / Ryoko Hirosue / Tsutomu Yamazaki

Contexto: Arte / Conflictos personales

Género: Drama

Año: 2010

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Giliath Luin
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...¡rayos! Creo que mi nuevo avatar le quita bastante seriedad a las publicaciones.

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Patapalo
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Bastante, sí

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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