Small World

Artículo sobre este juego de estrategia de trasfondo fantástico de Edge Entertaiment.

Small World es un juego de conquista que parodia los tópicos del mundo de fantasía, diseñado para 2 a 5 jugadores, de una hora-hora y media de duración, tiene como objetivo el conquistar y controlar un mundo que es... en fin... ¡Que es demasiado pequeño para acomodar a todos los jugadores!

Lo primero y esencial a tener en cuenta es que en ningún momento se han tomado en serio el juego: baste decir que es el jugador con las orejas más puntiagudas el que jugará en primer lugar.

Y otra sorpresa…viene con cuatro tableros que usar según el número de jugadores.

El juego.

Se comienza eligiendo una combinación de marcador de Raza (enanos, elfos, amazonas, humanos…los de siempre) y un Poder Especial al azar (alquimistas, guerreros, etc…) [Nota.- En este punto surgen combinaciones hilarantes: Orcos diplomáticos, Hobbits Berserkers, Trolls alquimistas, Necrófagos navegantes, Elfos saqueadores, etc...], de esta manera seleccionas a tu civilización y deberás usar sus beneficios y habilidades raciales para conquistar las Regiones que te rodean y acumular Monedas de Victoria.

Una vez hecho esto, se sitúan las tropas (representadas por fichas con la raza elegida) en las diferentes regiones del tablero, el objetivo de cada jugador es el de conquistar todas las tierras adyacentes que pueda, obteniendo así Monedas de Victoria por cada Región que este ocupada al final de tu turno.

Invadir.

De eso trata el juego, de invadir al vecino: cuantas más regiones invadidas, más monedas de victoria. Invadir es muy sencillo (tanto que casi dan ganas de complicarlo un poco): simplemente mueves a tus tropas y, si estas son mas numerosas que las del vecino (y que los modificadores de defensa en forma de Montañas, fortalezas, etc…), conquistas la región.

Luego estarán los obligatorios refuerzos, el aniquilar tropas enemigas, emplear poderes especiales y habilidades de raza, etc...

El declive de las razas.

El aspecto más novedoso del juego es que los recursos de cada raza son bastante limitados, así que, en ocasiones (muchas), tu raza se habrá expandido demasiado y no te quedaran más fichas de tropas: ocupar una región exige dejar una ficha de tropa en esa casilla, así que llegará un punto en el ya estarán todas tus fichas de tropa en el tablero y no tendrás opción de seguir invadiendo. Además, esta simple mecánica de tener que dejar una ficha por región invadida sigue a rajatabla lo de “Quien mucho abarca poco aprieta”: cuantas más regiones conquistas, más tropas tendrás repartidas entre ellas y más débiles se mostrarán a la hora de defenderse ante una invasión enemiga…

En estos casos, deberás abandonar a tu raza (ponerla en declive) y buscar otra nueva raza para seguir invadiendo y acumulando monedas de victoria. Es más ¡La clave de la victoria es saber cuándo empujar tu imperio al declive y tomar las riendas de una nueva raza hacia su camino a la supremacía!

Una raza en declive pasa a no estar gobernada por nadie, pierde sus habilidades especiales y ese imperio queda como carne de cañón para que cualquier jugador pueda volver a conquistar las regiones y ganar más monedas.

¿Quién gana?

El juego va a contrarreloj, por medio de un Marcador de Turnos. Cuando este alcanza la última posición, se cuentan las Monedas de Victoria acumuladas por cada jugador. El jugador con la puntuación de Monedas de Victoria más alta es el ganador.

En resumen:

-¿Lo mejor? Divertido, cómico, guasón y con una mecánica de juego muy simple. Tiene bien organizada la caja para guardar las fichas. Muy colorido, vistoso y muy bien presentado.

-¿Lo peor? Que su mayor virtud es su mayor defecto… como la mecánica de juego es muy simple, a medida que avanzan las partidas, se cae rápido en la rutina.

Desde aquí se pueden bajar las reglas del juego: http://www.juegosdmesa.com/estrategia/small-world.html